Diseño del blog y montaje de imágenes/ fotografias y videos : Mar Buelga. Textos: Olga María Ramos y colaborador@s

jueves, 28 de agosto de 2014

PLACAS DEL PLAN MEMORIA DE MADRID (1)



Este variopinto Blog que sigue creciendo cada día (aprovechamos para agradecer a los habituales, la fidelidad y dar la bienvenida a los nuevos) es caprichoso y ofrece variadas perspectivas de nuestra música más querida “El cuplé y la Revista”, pero también panorámicas de la ciudad de Madrid.

Manuel de Falla es el protagonista de nuestra primera placa del Plan de Memoria de Madrid

En este caso de su Memoria, reflejada en una serie de Placas que salpican numerosas fachadas madrileñas. En 1990, siendo alcalde Don Agustín Rodríguez Sahagún, se puso en marcha un proyecto muy interesante: El Plan Memoria de Madrid.
Se trataba de colocar una Placa romboidal de color amarillo en los edificios en los que hubiera vivido una persona relevante o hubiera tenido lugar un hecho significativo relacionado con la historia de la Villa y Corte.
Manuel de Falla, al piano

Actualmente, hay 326 Placas La primera se situó en Serrano, 72 en la casa donde el insigne músico Manuel de Falla compuso la “Vida Breve”.
Calle Serrano, 72
Tal y como indica la Placa, Manuel de Falla vivió en esa casa desde 1901 a 1907 Manuel de Falla, de padre valenciano y madre catalana vino a nacer el 23 de noviembre de 1876 en la luminosa ciudad de Cádiz.
Por entonces, Cádiz era puente entre España y Filipinas en el Oriente y hacia tierras americanas al Occidente y por supuesto hacia África.





El mismo Manuel de Falla comentaba que siendo aún muy pequeño, dos o tres años tenía, la morilla que le cuidaba, inundó su primera infancia con danzas e historia que le abrieron puertas a un mundo maravilloso.
     
Manuel de Falla con su niñera "La Morilla"

Eloísa Galluzzo, excelente pianista y amiga de su madre, fue su primera profesora de piano.

Eloísa Galluzzo

En los años siguientes continuó sus estudios musicales pero se inclinaba más a escribir y entre 1889 y 1891 crea, junto a algunos amigos, varias revistas manuscritas como “El burlón y el Cascabel”.

El burlón y el cascabel. Revista Manuscrita
Pero en la adolescencia su vocación musical ya es irrefrenable.
Tiene una técnica depurada para la composición que unida a una extraordinaria inspiración le lleva a dedicarse en cuerpo y alma a componer.
Manuel de Falla, adolescente



¿PUEDO HABLARLES DE LA INSPIRACIÓN?

¡Ay, la inspiración… ¡ La inspiración es la magia de crear por un impulso imparable.
Verán, nunca estuve de acuerdo con que escribir o componer es una cuestión de trabajo.
Bueno, sí, se puede escribir y componer por obligación e incluso se pueden realizar trabajos dignos, pero si detrás no está la inspiración, hablamos de algo técnico pero no mágico.

 Qué satisfacción he sentido al leer lo que el mismo Manuel de Falla opina en una carta dirigida en 1928 a su amigo el compositor, musicólogo y crítico musical Roland Manuel:

 "La INSPIRACIÓN, en el verdadero y más alto sentido de la palabra es esa fuerza misteriosa sin la cual [...] no se puede realizar nada verdaderamente útil" 

Amadeo Vives
 Falla termina su carrera de piano en Madrid y, comenzando el siglo XX, se establece definitivamente en la Calle de Serrano 72, teniendo como vecino a Amadeo Vives, que comienza la composición de la Vida Breve.
Sitúa el argumento en Granada aunque no conoce la bella ciudad andaluza.
Su amigo Antonio Arango le va describiendo los encantos de la Alhambra o El Albaicín.

Las descripciones no son siempre acertadas, pero Falla posee una maravillosa inspiración y una capacidad extraordinaria para plasmar en un pentagrama toda su belleza

El Albaicín desde La Alhambra

 EL LARGO CAMINO DE “LA VIDA BREVE”


Partitura de La danza Española de La Vida Breve

A Falla le va a ser muy difícil estrenarla, incluso habiendo obtenido el Premio de la Academia de Bellas Artes.
Tal es su decepción que, como se suele decir, se va con la música a otra parte y llega a Paris.
París a principios del Siglo XX

Allí le reciben maravillosamente, hasta el punto que en una carta  fechada en Granada el 12 de febrero de 1923 dirigida a su amigo el pintor Ignacio Zuloaga le dice:
Ignacio Zuloaga

  ¨Mi patria es París. De no ser por París yo hubiera tenido que abandonar la composición y dedicarme a dar lecciones para poder vivir" y permanece en Paris hasta el comienzo de la Primera Guerra mundial nada más llegar contacta con Dukas, el gran compositor francés, autor entre otras obras, “Del aprendiz de brujo” que, con objeto de conocer su trabajo y poder orientarle, le pide que le interprete alguna de sus composiciones y Falla toca La vida breve.

Paul Dukas

Inmediatamente, Dukas se entusiasma, compensándole de la imperdonable actitud de sus compatriotas. Por otro lado, en París hace amistad con Albéniz, Debussy, Ravel y el pianista español Ricardo Viñes







AL FIN SE ESTRENA “LA VIDA BREVE”

 Precedida de su presentación en Niza, el 7 de enero de 1914, la ópera se estrena oficialmente en el Théâtre National de l’Opéra-Comique de París.

Teatro Nacional de la Ópera Cómica de París

Teatro de La Zarzuela (Madrid)
Billete de 100 ptas con la efigie de Falla
 La invasión de Francia por parte de Alemania, precipita la vuelta de Manuel de Falla a Madrid Pocos meses después, ya reconocido como el gran compositor que es, estrena su ópera en el Teatro de la Zarzuela, el 14 de noviembre de 1914


Sello de 25 pesetas con
la imagen del compositor

Terminamos este primer capítulo sobre El Plan Memoria de Madríd, recordando que Falla escribió “La vida breve” viviendo en la calle de Serrano número 72 y así lo recuerda esa primera Placa del PLAN MEMORIA DE MADRID en la que se puede leer: "En esta casa vivió el músico Manuel de Falla, de 1901 a 1907, y en ella escribió La vida breve"



Placa conmemorativa del Plan de Memoria  del Ayuntamiento de Madrid


¿Qué mejor colofón que finalizar este primer capítulo con la Danza Española Nº 1 en una brillante versión de dos guitarrista excepcionales: JULIAN BREAM & JOHN WILLIAMS? He escuchado muchas versiones pero esta me parece llena de fuerza y embrujo


 


Detalle del piano de Falla (Casa Museo de Falla en Granada)

domingo, 24 de agosto de 2014

OLGA RAMOS, siempre en el recuerdo

El 25 de Agosto se cumplen 9 años de su partida pero el recuerdo de Olga Ramos sigue presente en el corazón de tantos que la conocieron. Como colaboradora habitual en la Revista Viajes y Turismo, este Blog comparte lo que para ella escribí La Ramos.
http://www.revistadeviajesyturismo.com/2014/08/16/olga-ramos-siempre-en-el-recuerdo/

Olga Ramos y su violín "El descanso de sus voz"


Reproducción de la placa de la calle que dedicaron a Olga Ramos en
su ciudad natal: Badajoz
Desde muy pequeña Olga Ramos destacó por su gracejo, entreteniendo a sus vecinos para los que organizaba actuaciones subida en un gran baúl que le servía de escenario “¡Papá quiero ser artista!” le decía una y otra vez a mi abuelo que harto de escucharla y para desanimarla le puso como condición que estudiara un instrumento.

Tenía 7 años. Un día llamaron a la puerta y mis abuelos se quedaron de piedra: allí estaba la pequeña Olga asida de la mano de un caballero que resultó ser un profesor del conservatorio. Un año más tarde ya estudiaba música en la capital Pacense porque Olga Ramos nació en Badajoz.


Con 11 años, la familia se trasladó a Madrid donde continuó sus estudios en el Real Conservatorio de Música teniendo como profesores a dos virtuosos: Don Antonio Fernández Bordas, a su vez alumno de Pablo Sarasate y Don Enrique Iniesta.
Al terminar su carrera de violín con Primer premio de música de cámara, Olga Ramos se convirtió en los años siguientes en figura imprescindible recorriendo toda España, por lo que el periodistas Emilio Romero la denominó “la peregrina de los viejos cafés con música”.

Olga con 18 años
Es en el Universal de Madrid, donde conoce a mi padre, Enrique Ramírez de Gamboa, compositor, poeta, arreglista e impecable intérprete de saxo, clarinete y bandoneón.


El gran Café Universal

Cipri y Olga y "La pequeña Olguita"

Enrique Ramírez de Gamboa
"El Cipri"
Mi padre queda fascinado y la conquista a golpe de verso.
Se casaron en la primavera de 1947.
los 8 meses nací yo y no porque fuera "ochomesina", si no porque, según me dijo mi madre, le vio tan bueno y enamorado que le dio un “adelanto”.
Permanecieron casi 20 años en aquel café… juntos, toda una vida.





En el "Universal" de Vigo, donde viajaban cada verano. A la derecha de la foto, la pequeña Olguita con su perrita
La orquesta cosechaba triunfos inenarrables que yo presencié desde muy pequeña. En cierta ocasión, y tras interpretar “La Alsaciana”, se acercó a mi madre un caballero que le preguntó: ¿Quién hace los arreglos, Olga? ,y ella, llena de orgullo le contestó: Mi marido, Enrique.
 Y entonces, el señor le dijo: Pues siendo cinco músicos, suenan ustedes como una sinfónica y quien se lo dice es Jacinto Guerrero.



En otra ocasión, Pablo Sorozabal, después de escuchar a mi madre tocar “Katiuska” con tal perfección y sentimiento que se “oía” la letra, sentenció: Olga debería dedicarse sólo al violín. Quizás tenía razón pero se hubiera perdido una singular cupletista que se reinventó el cuplé.

¿Les gustaría escucharla?, ¡Eso está hecho!. Escuchémosla en esta grabación en el Local de "Las noches del cuplé"



Pero volvamos al pasado. Estamos a finales de los 50, un nuevo invento iba a cambiar las cosas. Había llegado la televisión y a las orquestas de los cafés las suplantó la “caja tonta”. Fueron tiempos duros.
La ancha acera frente al entonces Palacio de Gobernación, se convirtió en punto de encuentro de aquellos músicos en paro; la acera acabó llamándose: “la acera del hambre”.

Afortunadamente, el empresario del Café Varela les contrató y junto a Magda Martín, su pianista de toda la vida formaron:  El trío OLGA.



Allí permanecieron tres años en un ambiente bohemio e intelectual ya que a ese café acudían poetas y escritores como Álvaro Retana, Serrano Anguita, Alberto Insúa, Martínez Remis…
Pero el Varela cerró para ser convertido en una cafetería ¡Qué sacrilegio!
Mis padres fueron grandes músicos pero de ello no hay grabaciones ni constancia gráfica, pero las cosas iban a cambiar.

Aunque, quizás por obra y arte del cine, podamos ver a nuestra Olga en movimiento en el año 1958, ya que fue la elegida para poner la música a una de las escenas de la película: El Pisito de Marco Ferreri e Isidoro M. Ferry . Y, ¡Qué música! nada más y nada menos que: "El Danubio Azul".
Son unos minutos, pero, señoras y señores... ¡¡!Qué minutos!!

 


En 1968 Olga Ramos, con 50 espléndidos años, debuta en un local de Madrid llamado El último cuplé.
"El último cuplé" pasó a llamarse: "Las noches del cuplé
de Olga Ramos", convirtiéndose en visita obligada
para los visitantes y habitantes de Madrid.
Desgraciadamente los especuladores no eran fans
del cuplé y el buen gusto.

 El público descubre una nueva forma de cantar el bello género y la televisión, que años antes había sido tan negativa, se convierte en su aliada y Olga alcanza en su alegre otoño, la popularidad que hubiera merecido cuando era una espléndida y joven mujer.


Y llegó el tiempo de los reconocimientos.
Estos son sus premios y distinciones más importantes: El ya mencionado Premio de Primera Clase en Violín, Medalla de Madrid al Mérito Artístico, Medalla del Trabajo, Medalla de Agustín Lara, una Calle en Badajoz, una glorieta en Madrid y una placa en la Fachada del edificio donde estuvo el Café Universal en la Puerta del Sol madrileña.



Veámos a Olga Ramos recogiendo la Medalla al trabajo.

 El 25 de Agosto se cumplen 9 años de su partida pero Olga Ramos sigue en nuestro recuerdo


miércoles, 20 de agosto de 2014

Revista Viajes y Turismo: La Ramos enloqueció a los madrileños con sus cuplés . (Fiestas de La Paloma 2014)

"Las Vistillas a los pies de "La Ramos"©Llaneza Photo 2014


Hemos recibido esta crítica publicada en la revista: "Viajes y Turismo" a la actuación de Olga María, "La Ramos" el pasado fin de semana en "Las Vistillas" con motivo de las Fiestas de La Paloma.
Os dejamos el enlace y os la transcribimos (para mayor comodidad). Esperamos que os guste.




La Ramos enloqueció a los madrileños con sus cuplés


En el incomparable marco de Las Vistillas – lugar castizo por excelencia en el barrio madrileño de La Latina – las fiestas de La Paloma son ejemplo de alegría musical y gastronómica, con un tipismo difícil de superar y que se mantiene desde hace muchos años, dando comienzo con las festividades de San Lorenzo y la Virgen de la Paloma. En este lugar, ha tenido lugar una fiesta castiza muy especial donde La Ramos – Olga María Ramos, hija de la inolvidable Olga Ramos – mostró su arte de cupletóloga, que es como se presenta ante los amantes del cuplé, una muestra musical que tiene más de 100 años de vida.
Aquí me tienen, soy... "LA RAMOS".©Llaneza Photo

Con un público entregado y frente al escenario, que era marco incomparable para La Ramos – allí estaban expuestos centenarios y maravillosos mantones de Manila – los cuplés y el casticismo, fueron en la voz, los adornos y la simpatía de la cupletóloga, un atractivo que siguió el público participando en diferentes interpretaciones, que mostraron el atractivo que mantiene el cuplé en los barrios de la capital de España, en “El Foro”, como los madrileños gustan de definir a su ciudad. Se oyeron el “Ven y Ven”, con su picardía; “Las Tardes del Ritz”, rememorando una época inolvidable; “La Regadera”, donde el público participó en los segundos sentidos de su letra; “La Violetera”, que supuso la cercanía de la artista, bajando del escenario y regalando violetas al público; “Doña Mariquita”, llena de romanticismo, y como no podía ser de otra forma, con la evocación del “Madrid”, de Agustín Lara, que el público coreó y aplaudió con enorme entusiasmo, presumiendo de vivir en esta ciudad.

"Tengo un jardín en mi casa... "©Llaneza Photo 2014

Con una exhibición de mantones, el cuplé triunfó de nuevo con la voz, el gestó y la sonrisa de La Ramos, recordando a Olga Ramos, que en pocas fechas hará nueve años que nos dejó. Aunque no fue del todo ya que, en algún momento del espectáculo, se pudo oír su voz grabada, una incomparable voz, cuando tenía ya 83 años, momento en que se emocionó todo el público.

La Ramos es mucho más que una artista del cuplé y lo demostró con dos ejemplos: denunciando la barbarie del Toro de la Vega y presumiendo de ser madrileña y española, asegurando que el que no quiera ser español: “Peor para él”. Siguió el espectáculo de Las Vistillas, con la actuación de Loquillo, con quien, La Ramos se fotografió y charló, mostrando que pueden convivir dos tipos BIEN diferentes de música, pero siempre con profesionalidad y calidad.

"Y ven y ven y ven,
 Loquillo, vente conmigo,
no quiero para pegarte, mi vida
ya sabes "pa" lo que digo"
©Llaneza Photo 2014

lunes, 18 de agosto de 2014

Entrevista a La Ramos en TeleMadrid. 13 de julio de 2014




Y para culminar las fiestas de San Lorenzo, San Cayetano y La Paloma, os "regalamos" la entrevista ofrecida por TeleMadrid a Olga María, "LA RAMOS".

Esperamos que os guste. Gracias a Francisco Vam por rescatarlo y colgarlo rápidamente.


jueves, 14 de agosto de 2014

PREGÓN A LA VIRGEN DE LA PALOMA por Olga María Ramos

Virgen de La Paloma

Queridos visitantes de acá y acullá… Madrid es una Fiesta! La villa y Corte se engalana de farolillos y mantones, el aire se impregna de aroma a hierbabuena, claveles y churros (qué ricos) y es que estos días… ¡Estamos de verbena!

 Y para ponernos en situación…

¿Qué mejor que el violín de Olga Ramos y el piano de Magda Martín?

                                


PREGÓN A LA VIRGEN DE LA PALOMA
Agosto de 2014
Los bomberos portan a su patrona
Por Olga María Ramos

Es virgen muy venerada
la virgen de la Almudena
y aunque mucho la queremos
hay otra más madrileña.                                        


Me refiero, amigos míos,
a esa virgen que se asoma
portada por los bomberos
¡La virgen de la Paloma!
Pintura que refleja como Isabel Tintero rescató el lienzo

Dicen que unos mozalbetes                                              
en el siglo XVIII
jugaban en un solar
con un retrato precioso

Mas llego Isabel Tintero
y viendo lo que ocurría
recuperó aquella imagen
que fue a resultar divina.
La restauró, la limpió,
la enmarcó con gran cuidado
y en el portal de su casa
puso este cuadro sagrado.
Cuenta la historia  que el  pequeño Fernando VII, fue
curado por la intervención de la Virgen de La Paloma.
(Es el niñito de la estrella)

Poco a poco los vecinos
vieron, que además de hermosa,
aquella mujer del cuadro
resultaba milagrosa.

La noticia se extendió
por la Villa de Madrid
postrándose ante la virgen
gente humilde o de postín.

Y tanta fama alcanzó
la imagen de aquel portal
que empezaron a rezarla
hasta en la Casa Real.

El futuro rey de España,                                                    
Iglesia de la Virgen de La Paloma
siendo un niñito, enfermó
y un milagro de la virgen
al pequeñito curó.

Su madre que era la esposa
del monarca Carlos IV
a la virgen milagrosa
rogó por su niño amado.

Desde entonces se establece
un imprescindible rito:
presentar ante la virgen
a los bebés que han nacido.

Al quedarse ya pequeño                                            
aquel humilde portal
se pensó que se erigiera
una ermita en el lugar.

Calle de la Paloma
Y en la calle La Paloma                                        
un alumno aventajado
del gran Ventura Rodriguez
realiza lo deseado.

Y aunque es La Soledad
la que en el cuadro figura
por Virgen de La Paloma
se la nombra con ternura.

El culto sigue creciendo
la capilla ya no basta
y al llegar el siglo XX
una iglesia se levanta.

Y como cerca se encuentra                                            
La Paloma
un "parque" muy postinero
nombran a la virgen guapa
Patrona de los bomberos.
                                                                         
¡Viva siempre La Paloma!
¡Que viva la tradición!
Pues si mueren las verbenas
¡Madrid pierde el corazón!

Y aquí termina, señores,
este pregón tan rimado
que os escribio en una hora
"la ramita de la Ramos"




                           

martes, 5 de agosto de 2014

Los motines de La Ruda por Ricky Gary


De nuevo, cuento con la colaboración de mi amigo y pianista Ricky Gary que me envía un interesante artículo. Estoy segura que les gustará.
Ricky Gary
La castiza calle de la Ruda, en La Latina, está situada entre las plazas de Cascorro y de la Cebada.
Alude su nombre a una planta de uso medicinal, ornamental o aromático, mencionada ya en La Biblia. Fernando de Rojas catalogaba a su Celestina como “más conocida que la ruda”.

Preciosa edición de La Celestina
Entre los siglos XIX y XX esta calle adquirió gran actividad política y comercial.
Convivían en ella el Centro Republicano, el Centro de Instrucción de Obreros –con mítines feministas– y el Hospital Oftalmológico Santa Lucía, que asistía tanto a pobres (gratuitamente) como a pacientes de pago. Ostentó un altísimo récord en toda clase de sucesos delictivos y sangrientos: riñas, robos, rapto y asesinatos, pero su fama se cimentó en su mercado.
El heraldo de Madrid se hizo eco de un rapto en el marco de la Calle de La ruda

Puestos en el exterior del mercado

Aunque carente de la higiene más elemental, congregaba a una clientela apiñada hasta el sofoco.
Los puestos no pagaban tasas, dificultaban el tránsito y perjudicaban a los comercios.
Estos, al no poder competir, sacaban el género fuera de sus locales y lo colocaban junto al de los ambulantes.
Los vecinos, con razón, se quejaban. Reclamaban condiciones sanitarias decentes y el traslado de los tenderetes a otras zonas.
Alegaban que el griterío y los disturbios eran insufribles; los enfermos del barrio empeoraban y las propiedades se devaluaban.
A pesar de las solicitudes de prohibición del despacho callejero, el mercado siguió incólume hasta 1936.

Mercado de la Cebada en 1900

Una de las "verduleras" en uno de sus puestos del
mercados
Sus principales personajes, las verduleras –entendido el término no peyorativamente–, fueron citadas por Blasco Ibáñez y Pérez Galdós.
En general analfabetas, recibían este competitivo oficio por línea materna.
Peleaban con las vendedoras contiguas, con compradores y viandantes. Se enfrentaban con fiereza a los guardias y a quien hiciera falta.






Eran a menudo el sostén de la familia y, dadas a la bebida, solían ser chuleadas por su concubino.
Se relacionaba a todas las verduleras de la ciudad con motines que en realidad no eran más que huelgas o revueltas pasajeras, pero los de la Ruda se llevaban la palma.
Durante las navidades proliferaban entre los puestos
las llamadas : "paveras"
El más sonado ocurrió en julio de 1892, a raíz de que un alcalde conservador fijara una repentina subida de impuestos sobre la venta de verduras.
Se equivocaba si pensaba cobrárselos a las verduleras; solo lo haría por encima de sus cadáveres… ¡Buenas eran ellas! Una docena de mujeres sublevadas salió en busca de adeptas a la lucha, engrosando sus filas rumbo a un encuentro dispuesto por el gobernador.
Fuerzas del orden sofocando los tumultos del mercado de
la Cebada en uno de los motines,concretamente en 1919
Se unieron unas doscientas verduleras que, izando banderas con pimientos, zanahorias y plátanos, forzaban el cierre de las tiendas a su paso y atacaban a todo tendero que se opusiese.
Una comisión de amotinadas fue recibida por el gobernador pero, habiendo tardado en salir de la reunión, el resto de la hueste creyó que las habían encarcelado.
¡Para qué!... La contienda con la Guardia Civil, a pedradas y sablazos, fue de órdago.
Hubo tiros al aire desde el mercado de San Miguel a la Plaza Mayor y secciones militares protegían el entorno de Oriente, Ópera, Sol y las Cortes.
Así lo contaba el periódico ABC, concretamente en los motines de 1924

Hasta el mismo gobernador recibió una contundente pedrada en el pecho, debiendo ser reemplazado.
Por la noche volvió la calma. La calma… y la oscuridad más total, pues no quedaba farola sana.
En las esquinas apareció un bando municipal aboliendo el impuesto.
El gobernador y el gobierno de Cánovas hubieron de ceder ante la rebelión de las verduleras de la Ruda. Hubo otros motines en 1914 y en 1919, también con las verduleras como protagonistas. No fueron comparables al de 1892, pero ellas, dos veces más, cantaron victoria.

Mercado de la Cebada durante su desmontaje
¡Qué tiempos aquellos, los de la Ruda!
 ¡Los afectados tomaban las calles para protestar contra impuestos arbitrarios y, encima, eran escuchados!