Sara
Montiel encarnó a lo largo de su carrera como actriz a diversos personajes que
marcaron su filmografía y fueron, a lo largo del tiempo, conformando al mito
que hoy por hoy representa.
El
primer personaje que ha dejado un recuerdo imperecedero en el alma del público
que siguió y amó a Sara Montiel fue indiscutiblemente el de aquella mora
resentida que se enfrentaría a una de las reinas más desafortunadas de la
historia de España: Juana la Loca, encarnada por la maravillosa actriz, también
ya desaparecida, Aurora Bautista.
En Locura de amor, Sara llenó la pantalla no sólo con su belleza, sino con la gallardía que supo imprimir a aquella princesa altiva capaz de establecer, en igualdad de condiciones, un diálogo intenso, modelo de buena actuación, con quien encarnaría —entre otros personajes además del de la desafortunada hija de Isabel la Católica— a Agustina de Aragón y Santa Teresa de Jesús. Una Sara Montiel joven, vital, auténtica que echaba lumbre de odio por aquellos ojos que habrían de llenar con su brillo las pantallas del mundo y que —irónicamente— le negarían su luz al final de su vida.
Aqui podemos ver unos instantes de la intervención de Sara, junto a Fernando Rey en la mencionada: "Locura de amor"
Fotograma de Locura de amor |
En Locura de amor, Sara llenó la pantalla no sólo con su belleza, sino con la gallardía que supo imprimir a aquella princesa altiva capaz de establecer, en igualdad de condiciones, un diálogo intenso, modelo de buena actuación, con quien encarnaría —entre otros personajes además del de la desafortunada hija de Isabel la Católica— a Agustina de Aragón y Santa Teresa de Jesús. Una Sara Montiel joven, vital, auténtica que echaba lumbre de odio por aquellos ojos que habrían de llenar con su brillo las pantallas del mundo y que —irónicamente— le negarían su luz al final de su vida.
Aqui podemos ver unos instantes de la intervención de Sara, junto a Fernando Rey en la mencionada: "Locura de amor"
Programa de mano de EL último cuplé |
Al llegar el año de 1957, El último cuplé movería a una multitud de espectadores en todo el mundo, no solamente por el tono melancólico y evocador de una época maravillosa, sino por la presencia en pantalla de una Sara Montiel plena de sensualidad que hacía del personaje inolvidable de María Luján una auténtica creación en la que mezclaba los matices más diversos: desde la chica ingenua enamorada de un relojero, hasta la cupletista decadente y alcohólica que ve pasar sus últimos días en un local desdibujado del Paralelo de Barcelona; y en el medio: la estrella refulgente, la amante infiel, la mujer madura que vive la tragedia irreparable de la muerte de su última ilusión hasta llegar, en un movimiento circular de la historia, hasta su muerte acaecida en pleno teatro, frente a un público selecto, y dignificada por el reconocimiento general.
La última escena de El último cuplé se asociará irremisiblemente desde ahora a la muerte de la propia manchega.
¿Cuál sería —me pregunto— el último cuplé que cantó en su vida Sara Montiel?
En La violetera, la Montiel vuelve sobre sus fueros encarnando a una joven del pueblo, humilde vendedora de violetas, que se enamora de un joven aristócrata.
Momentos de la pelicula |
Sin embargo la tragedia no se hace esperar encarnada en el hundimiento del famoso Titanic. A consecuencia del trauma sufrido, una afección de voz sume a Soledad Moreno en la miseria. Al final, el amor aplazado triunfa con el reencuentro de los dos enamorados completando el ciclo catártico perfecto. La historia, también circular como la de El último cuplé, comienza en un 31 de diciembre y termina en otro fin de año tiempo después.
(Escuchemos a Sara, en el tema que da titulo a la película y que décadas antes había sido un gran éxito conocido intercionalmente en la voz de la Gran Raquel Meller)
Sara es Marta Andreu en Mi último tango |
Precioso cartel para Mi último tango en Rusia |
En esta película una Sara Montiel fresca y simpática hace los deleites del público cantando un cuplé muy acorde al derroche de sensualidad que caracteriza a la Montiel: “Maniquí parisien”.
Cartel de La dama de Beirut |
perdido.
Escuchemos a la artista interpretando el conocidísimo tema: Perfidia en "La dama de Beirut"
Cartel de Carmen La de Ronda |
En Carmen la de Ronda Sara representa a una gitana desparpajada que se entrega sin reticencias a un amor por el cual es capaz de ofrendar la vida.
Escuchen a la Sara más gitana interpretando: "Una , dos y tres"
Veámos el trailer de la película...
La escena final, plena de dramatismo, cierra con la muerte de ambos protagonistas una historia en la que alternan armónicamente los momentos chuscos como aquel en el que en el marco de un mercado, Sara se lía a golpes con una delatora vendedora de limones o aquella otra también en la que huye de la custodia del oficial francés metiéndose en medio de un rebaño de ovejas frente a otras en las que impera el dramatismo, como la que protagonizan Maurice Ronet y Jorge Mistral enfrentándose, por el amor de la gitana, con sendos cuchillos en el interior de una cueva, o aquélla en la que José es trasladado, herido, escondido en el coche de un torero amigo hasta la venta donde Carmen trabaja. El personaje creado por Mérimée es tan atrayente que ha sido utilizado en ópera, en película y aún en canciones aisladas como “La nieta de Carmen” que la misma Sara interpreta en El último cuplé
.
Muchas
otras películas protagonizó Sara Montiel, bastantes previas a la que la consagraría en definitiva, otras
posteriores que tuvieron mayor o menor éxito hasta llegar a la última que
filmaría, obra insulsa sin trascendencia alguna: Cinco almohadas para una noche.
Veámos aqui uno de los números de esta película en la que vemos a una Sara Montiel en una madurez esplendorosa.
Pero las aquí reseñadas marcaron definitivamente un hito en la carrera de la inolvidable y ya consagrada por la historia: Sara Montiel.
Cartel de 5 almohadas para una noche |
Pero las aquí reseñadas marcaron definitivamente un hito en la carrera de la inolvidable y ya consagrada por la historia: Sara Montiel.
La estrella mas grande de todos los tiempos, que ha dado el cine español, no tuvo rivales, imposible superarla. No ha nacido la que quiera superarla.
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