AL DESAPARECER LAS NOCHES DEL CUPLÉ, A MADRID SE LE PARÓ SU VIEJO CORAZÓN
(Ángel del Río, Cronista Oficial de la Villa de Madrid)
Así se expresaba este conocido periodista cuando supo del cierre del local donde durante 32 años, Olga Ramos ofreció el mejor decir del cuplé y el más fino casticismo.
Con la Infanta Elena y el principe Felipe |
Las Olgas y el nobel Ochoa |
Amor, humor, evocación, ilusión... eso era Las noches del cuplé |
Fachada de Las Noches del Cuplé |
Pilar Franco |
La velada transcurrió “en amor y compaña” puesto que lo que las había convocado a ambas había sido el arte inigualable de Olga Ramos. Mi madre, al ir a cantar el Pichi, le preguntó a la señora Kent: Perdón Doña Victoria ¿Le importa que la nombre en este chótis? -Al contrario he venido a escuchártelo, Olga, sé que tú nunca lo censuraste. Y es que la absurda censura había convertido a Victoria Kent en Un pollito bien.
Victoria Kent en 1985 |
Pero volviendo al fatídico cierre, es cierto que fue un gran golpe para todos pero especialmente para mi madre. Algún tiempo después se lamentaba: “¡Tantos años luchando por Madrid y me voy por la puerta de atrás…!”
Imaginen que en Buenos Aires hay un único lugar donde se ofrece tango (y de calidad) y lo borran del mapa. ¿A que es tan impensable como que en México no se escuchasen mariachis o en Viena valses?
Una vez en antecedentes de la desaparición del local, vean lo que al respecto escribí sobre aquellos últimos tiempos en Las Noches del Cuplé y que titulé: “El depredador, una historia para no dormir” A principios del 99 apareció el depredador. Entró en nuestro querido local avasallando, era lo que se conoce como un “especialista en desahucios”. Por sus fauces lanzaba amenazas aterradoras. Nos vapuleó, acorraló, asedió y, finalmente, nos venció. Su actitud no se ceñía al perfil de alguien que ejecutaba su trabajo, había crueldad…
Olga Ramos , momentos de felicidad en su viejo local |
Ahora he sabido que era simple interés, interés económico, naturalmente. Ante la amenaza del cierre, conseguí que algunas personas de Gerencia de urbanismo, acudieran al local; días después tuvo lugar el encuentro. Junto a mis empleados-amigos preparé el escenario. Ahora quiero que cada uno de los que lean este relato, desde cualquier lugar del mundo, intenten visualizar lo que voy a describir:
Partitura de Cuadros disolventes... Una de tantas "residentes" en el local |
Recostados en el respaldo del viejo diván del escenario, nuestros mejores mantones; sobre la pianola de finales del XIX, rejuvenecida por la ilusión, descansaba el fonógrafo centenario, las partituras irreemplazables: “La chica del 17”, “El Conde de Luxemburgo”, “La cumparsita”, “Candilejas”, “Fascinación”, “El Cipriano”, “La Revoltosa”, “Scherezade”, “Las tardes del Ritz”, “La Canción del olvido”; el violín francés de escuela italiana…
Olga y su violín francés de escuela italiana... |
Muchos de los objetos reposan en el Museo Olga Ramos, en la actualidad |
Abanicos... |
Las despedidas de Soltero/a del local... Fue el mejor escenario para las celebraciones |
Terminó la visita y la esperanza anidó de nuevo en mi corazón ¡Vana quimera!
Detalle de las vidrieras |
Y nos llevamos los muebles…
Las reliquias, las vidrieras, los lindos polichinelas
las coquetas cupletistas, los cortinajes de seda,
los trajes de las artistas, las místicas candilejas.
Las lámparas, los espejos, la centenaria pianola,
el pianillo sordo y viejo, el sofá, las dos farolas,
los mantones, los plumajes, las rejas ajardinadas,
las fotos de personajes que acudieron a la sala;
las alfombras, la escalera y hasta un púlpito de bronce
(que fue devuelto a una iglesia)
Los diplomas, las vitrinas, la araña de aquel café...
y las voces cristalinas de las damas del cuplé.
Olga María Ramos Junio 1.999
Aferrada al pasamanos... |
Recuerdos perdidos bajo la lluvia |
De aquel horror ya superado me quedó un insomnio pertinaz. La ilusión por cantar no me la arrebataron.
Olga María y su fiel gatito Piropo, en una de sus noches de insomnio, herencia de aquel horror. Aprovecha las horas para trabajar por y para el cuplé. |
SE CIERRA UNA PUERTA Y SE ABRE UNA VENTANA… AL CUPLÉ
Olga María Feliz en el Prosperidad, Las viejas cupletistas del telón, sonrieron de nuevo junto a ella durante unos meses. Ahora descansan esperando un "tratamiento de belleza" restaurador. |
La casualidad o causalidad quiso que en junio, triste fecha para mi recuerdo, se produjera una alegre noticia: mi debut en el Pequeño Gran Teatro Prosperidad donde cada viernes recupero de alguna forma lo que fueron “Las Noches del Cuplé de Olga Ramos…
Olga María junto a Ángel Cercós y Montse Martínez , dueños del Teatro Prosperidad en el segundo aniversario de las actuaciones de la artista. |
maravilloso escrito y que vergüenza para eta comunidad de Madrid que no se haga nada
ResponderEliminarQue maravilla de crónica. Que pena no haber podido salvarlo
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