Diseño del blog y montaje de imágenes/ fotografias y videos : Mar Buelga. Textos: Olga María Ramos y colaborador@s

miércoles, 29 de abril de 2015

El Madrid de Las Olgas: El café de La Montaña



Como hemos hecho en alguna ocasión anterior, les invitamos a un grato paseo por el Madrid de principios del siglo XX.

La Villa y Corte contaba por aquel entonces con muchos cafés donde se reunían lo más granado de la intelectualidad. Muchos estaban en la Puerta del Sol y sus aledaños.

Uno de los más renombrados fue el Café de la Montaña llamado así porque su propietario Martín Lavín Cecín, había nacido en Santander.
Se ubicó en el mismo lugar donde había estado el Café Imperial y donde, aún más atrás en el tiempo, estuvo la antigua Iglesia del Buen Suceso, desaparecida con la remodelación de la Puerta del Sol que tuvo lugar entre 1857-1862.
Fachada del Café de La Montaña

Pues bien, tres años después del cierre del Café Imperial, el más grande de Madrid, se inauguró el 15 de abril de 1896 el Café de la Montaña.
Tenía dos entradas: una por Alcalá al lado del acceso al Hotel París y otra por la Puerta del Sol.
En una época en que no existían las neveras, este café tenía fama de enfriar las bebidas con un sistema secreto que aún nadie ha averiguado… y no era con hielo…
Pero hablando de frío, al Café de la Montaña se le empezó a llamar el Café de la pulmonía por la corriente que se establecía al abrir sus puertas ya que tenía nada menos que 16.
Era este un café, confortable y muy bien decorado, con grandes espejos que cubrían sus paredes, veladores de mármol y sillas tapizadas en un rojo intenso a juego con los divanes.

Interior del café de La Montaña



Don Ramón María del Valle Inclán con su brazo izquierdo
amputado
Allí se congregaban intelectuales, artistas, toreros y, precisamente, en una de esas acaloradas tertulias ocurrió un hecho que fue a relacionar para siempre a Don Ramón María del Valle Inclán con el Café de la Montaña.

Estaba disertando Valle con su vehemencia acostumbrada, cuando su amigo el periodista Manuel Bueno, otro contertulio, empezó a discrepar con él.
Don Ramón tomó una botella con clara intención de estampársela en la cabeza; al intentar detener el botellazo, Bueno golpeó con su bastón en el brazo a Valle Inclán y uno de los gemelos de su camisa se le clavó produciéndole una herida que días después, tras gangrenarse, obligó a la amputación de su brazo izquierdo.
Aquello fue algo muy sonado y, ciertamente, absurdo y con unas consecuencias gravísimas.




Valle Inclán en uan de sus populares tertulias. Desconocemos si en el Café de la Montaña 

Más volvamos a la intelectualidad; por este café pasó toda la generación del 98.

Algunos miembros de la Generación del 98 en un café. ¿Quizás el que hoy nos ocupa?

Me pregunto si los que ahora acuden a esa poderosa multinacional que ocupa el espacio del Café de la Montaña, sabrán que por allí pasaron mentes tan preclaras.
Siempre me producirá tristeza la desaparición de locales como este o el mismo Hotel París que en su momento fue el primero de los grandes hoteles de la ciudad.

 De la existencia del Café de la Montaña, queda constancia gracias a una de las Placas del Plan Memoria de Madrid que se encuentra situada en la fachada que da a la calle de Alcalá:
"Aquí estuvo el café de La Montaña, lugar de tertulia del escritor Ramón del Valle Inclán"

Placa del Plan de Memoria (La foto no es muy buena ya que esta extraída de un
reportaje de Telemadrid)
Y aquí os dejamos este precioso reportaje sobre los viejos cafés de Madrid.


                          


Foto del Café de la Montaña abierto. ¿Verdad que era bonito?


 ¿Les gustó este rincón madrileño? Pues no se alejen mucho que pronto les invitaremos a visitar otro…

lunes, 6 de abril de 2015

La tumba de La Fornarina

Consuelo Vello La Fornarina 


Este año se cumple un siglo de la muerte de Consuelo Vello La Fornarina.

Por ese motivo (y porque la adoro) en este Blog le dedicaremos más de una entrada pero en esta ocasión sólo hablaré de LA TUMBA DE LA FORNARINA.

 Aunque una imagen vale más que mil palabras, y para eso incluimos algunas, no está de más que les explique lo acontecido hace poco con la sepultura de la exquisita cupletista. Quizás porque este año se cumple el centenario de su fallecimiento, decidieron limpiar la tumba de Consuelo Vello La Fornarina No sé si comenté en alguna ocasión, que fui a visitarla a la Sacramental de San Isidro.

El antes y el después de la limpieza de la tumba de La  Fornarina


Me encontré con una sepultura ciertamente abandonada pero había algo de auténtico, esa pátina del tiempo que había dejado luces y sombras sobre el mármol de la soberbia escultura de Benlliure representando un ángel de espectaculares alas pero decapitado, como otras del cementerio.
Este vandalismo tuvo lugar en los tiempos de la República; muchas fueran las obras destrozadas, incluso hay un maravilloso Cristo también de Benlliure "fusilado".

El cristo "fusilado" de Benlliure

Ahora son los Talibanes o los Yihadistas los que comenten esta barbarie.
Pero a lo que iba: Alrededor de la sepultura de Consuelo Vello, crecían lirios, aquellos que evocara mi padre en su cuplé "La Sinventura"

Portada realizada por el Propio autor:
 Enrique Ramírez de Gamboa "El Cipri"






 "Si bajas a la feria de San Isidro
 acércate al recinto de los silencios
 donde bajo amapolas y azules lirios
 duerme la Fornarina su sueño eterno.
 Puede ser que su lindo polichinela,
 al que ella cantando dio movimiento,
 vele fiel su descanso, cual centinela,
 mientras penden sus hilos del firmamento..."











Humildes caracoles cerca de La
Fornarina 
Pues bien, entre aquellos lirios que, seguramente, nacían de forma espontánea cada primavera, había un sin fin de conchas de caracol y yo pensé que, de alguna forma, esto pequeños seres habían querido ir a morir allí (ni una sola tumba de los alrededores los tenía) y como siempre, la Fornarina y sus circunstancias me produjeron un sentimiento de ternura.


Al limpiar la tumba, se arrancaron las flores, desaparecieron las conchas de caracol y, lo peor, extendieron una capa de cemento alrededor que impedirá que vuelva a ocurrir el milagro.

La Ramos visita a La Fornarina.
. Mientras les recordemos 
seguirán vivos. 


Mar Buelga, mi colaboradora en este Blog, realizó este vídeo inspirándose en aquella visita que le hice hace un par de años.
 .
                       


Y UNA SUGERENCIA PARA LOS AFICIONADOS OLGA MARÍA RAMOS “CRÓNICA DE UN CUPLÉ 1915”

 Conferencia cantada. Martes 14 de abril 18:00 Calle Amaniel, 29 Madrid
 Entrada libre hasta completar aforo “CRÓNICA DE UN CUPLÉ 1915”
 Conferencia cantada Singular y ameno relato en el que Olga María Ramos combina palabra y canto para desvelar la importancia cultural y musical del cuplé, sus orígenes y su proyección a través del tiempo. Así mismo, incluye semblanzas de las intérpretes y los autores más significativos con especial mención a Consuelo Vello La Fornarina, famosa cupletista madrileña fallecida en 1915.

 Finaliza el acto con un breve recital de cuplés y chótis.
 Al piano el maestro Pablo Jiménez