8 años sin Olga Ramos |
CASI UN SECRETO DE CONFESIÓN
Sólo un breve recuerdo a Olga Ramos en el día en que se cumplen ocho años de su muerte. Aquel 25 de Agosto de 2005 llegué a la clínica Montepríncipe.
Los médicos nos advirtieron de su gravedad pero no pensamos que fuera a irse de forma tan inmediata. Al entrar en la habitación la encontré muy inmóvil y visiblemente tensa.
Mi madre era creyente y me constaba que no tenía miedo a morir pero no quería dejarme sola. No sé por qué, intuía que a su muerte iba yo a ser víctima de cuantas trampas podía imaginar en su desesperación.
¿Qué podía yo hacer? Me acerqué a la cabecera colocando mi boca muy cerca de su oído y pausadamente empecé a hablar, al tiempo que le acariciaba la mejilla.
"-Mamá, yo estaré bien y no debes tener miedo. Has sido una madre excepcional, una abuela fantástica, una gran artista. Todo el mundo te quiere, todo el mundo te admira y papá te espera".
(Veámos a Olga junto a su Enrique)
Me quedé en silencio y seguí acariciándole el rostro.
Comencé a rezar el Padrenuestro y dulcemente noté como se relajaba, dejándose ir.
Mi hijo Alberto, que todo lo había presenciado desde los pies de la cama, me dijo: "-Te estaba esperando".
Las Olgas |
Desde su muerte no creo que haya habido un solo día en que no la haya recordado, no sólo en mi vida cotidiana, sino en el escenario.
Durante sus últimos 20 años, vivimos juntas en nuestra casa en las afueras de Madrid. Un lugar que siempre le gustó porque aquellas encinas y aquellas jaras le recordaban su infancia allá en Badajoz.
Las Olgas en Radio Sol |
Paseaba apoyándose en su bastón (la tercera pata, como lo llamaba) y sólo en los últimos días dejó de hacerlo. Sus perritos, a los que tanto quiso, la seguían por el jardín. Sus últimos años los pasó conviviendo con mis hijos y sus amigos "gente joven, como a mí me gusta".
Olga Ramos en el jardín de su casa |
Aunque la prensa la había olvidado, como a tantos otros, la gente la sigue recordando con admiración y cariño.
Ni un solo día Olga Ramos ha caído en el olvido, Olga María la recuerda en su vida y en el escenario |
Al fin, esta primavera fueron identificadas. Nunca es tarde si la dicha es buena.
Y que mejor para recordar a Olga Ramos que escucharla. ¿Y que tal si lo hacemos en algunos de sus múltiples registros?
El primero con un "chotibiris" que nadie interpretó como ella: El Cipriano del asturiano Juan Martínez Abades.
Y que tal un tema picaresco y fino a la manera de "La Ramos". "La regadera" de la revista de 1908: "La alegre trompetería" de Vicente Lleó.
O, La Olga sentimental que nos interpreta la bella historia de amor de "La Mariblanca" y el reloj, obra de Don Francisco de la Vega
.
Nos quedaríamos horas, días escuchando a Olga, (podéis hacerlo a través de you tube enlos canales marxixon y delcupléala revista), pero lo dejaremos aqui y nos despedimos escuchando a Olga Ramos recitar el célebre poema de Don Ramón de Campoamor, acompañada de su fiel compañero y "descanso de su voz"...su violín.
Porque...
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