Joyas del cuplé: Tápame

TÁPAME
Vals
Autores: Yust-Monis

Dibucuplé. Tápame. ©Mar Buelga 2010

Cuando interpreto “Tápame”, rara es la espectadora que no lo corea y es que este cuplé a ritmo de vals, es uno de los más recordados.

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Quizás, porque la guapísima Sara Montiel lo cantó en la película “Pecado de amor” rodada en 1961. Su sensualidad quedó patente en ese “tápame, tápame que tengo frío”. Y es que Sara es mucha Sara.


                       

 Habla el simpático cuplé de aquellos veranos playeros de principios del siglo XX cuando las chicas iban muy tapadas: desde el cuello hasta los tobillos…

Sólo portando aquellas recatadas prendas, la mujer podía bañarse en público.

 HISTORIA DEL BAÑADOR
Aunque se han encontrado a lo largo de la historia diferentes testimonios que muestran que en algún momento hubo prendas femeninas de baño, vean este mosaico de 2000 años de antigüedad encontrado en la Villa romana del Casale en Sicilia.

Fue en 1822 cuando la duquesa de Berry, nuera del rey Carlos X de Francia, se bañó en la playa de Dieppe.

Duquesa de Berry.

Traje de baño 1890. Fundación
Cristóbal Balenciaga

Pese a que iba vestida de los pies a la cabeza, aquello fue un escándalo.
En 1890 se puede ver el primer traje de baño que se componía de camisa larga, pantalón hasta los pies y calcetines (en 1915 se suprimieron los calcetines).

En 1930 llega otro bañador confeccionado en lana y que consiste en una especie de camisola con pantalón hasta las rodillas. El inconveniente: que, una vez mojado, llegaba a pesar más de tres kilos.
 

Bañador .Siglo XIX

Bañadores años 20

Bañadores 1930

Coco Chanel en la playa

Broncearse en aquellas circunstancias era impensable sin embargo, la fascinante Coco Chanel lanzó un bronceador para el rostro.

 ¡Qué mujer Coco Chanel! adelantada a su tiempo y tan inteligente como para dejarnos frases como esta:  Puedes ser preciosa a los 30, encantadora a los 40 e irresistible el resto de tu vida" ...

La frase anteriormente citada y la mirada de la gran Audrey Hepburn. Dos maravillas

Otra de las frases de la gran Coco

A partir de entonces, la prenda se va reduciendo hasta que en 1946 el ingeniero de automóviles francés Louis Réard crea el bañador de dos piezas.
 Le costó encontrar una modelo que se atreviera a ponerse la innovadora prenda y tuvo que ser Michelline Bernardini, una bailarina del Casino de París, la que aceptara desfilar en la piscina del parisino Hotel Melitor.

Louis Réard y una de sus adelantadas modelos.

Precisamente, Micheline inspiró el nombre de “bikini” al comentarle a Réard: “Esto va a ser más explosivo que la bomba de Bikini. Y es que, como saben, fue en este paradisíaco atolón del Pacifico donde estalló la primera bomba atómica.





 ¡Qué ironía! Una prenda tan frívola ligada al recuerdo de una de las mayores barbaridades cometidas por el ser ¿humano?

Rita Haywort  con un precioso bikini años 40  posa para la revista LIFE

Precioso bañador años 40

 En fin, pongamos un poquito de humor y escuchemos a Dalila cantando una simpática canción dedicada al bikini.

                      

Multitud de artistas de los 40/50 y 60
dibujaron sus bellas chicas pin up en
bikini y en bañador.  

Alexander Henry se inspiró en bikinis y bañadores para sus pin ups

La bellísima Brigitte Bardot fue determinante en promocionar esta atrevida prenda.

                    

 BENIDORM, PIONERA EN EL USO DEL BIKINI

Pese a que se puso enseguida de moda, aún tuvieron que pasar algunos años para que las mujeres españolas se atrevieran a ponérselo.
Fue Benidorm la primera localidad de España donde se pudieron ver. Por supuesto, llevados por extranjeras, principalmente de los países nórdicos.
                               






Y que mejor para ver la modernidad que se vivió en Benidorm que verlo a través del NODO.

                                

Caratula de la película:. Verano 70. Ejemplo del turismo y el efecto que el bikini. (Y las suecas) hacian en
los españolitos de la época

Bikini actual

Luego vendría el top less, el tanga…

Bien distintos a los de los tiempos del cuplé “¡Tápame!” cuando las féminas iban tapadas tapadísimas y, encima, pidiéndoles a sus bañeros (ahora vigilantes de la playa) que las taparan.

Y ahora, volvamos con ¡Tápame!”, cuplé descriptivo, algo picaresco y a ritmo de vals. Les dejo en compañía de Olga Ramos en una actuación en la Plaza de las Vistillas.
 Había cumplido los 70 pero estaba llena de energía y sin “arrugas en la voz”. Incluye una parodia que Alfonso Ussía escribió para el programa de Alfredo Amestoy “Visto y no visto”