Diseño del blog y montaje de imágenes/ fotografias y videos : Mar Buelga. Textos: Olga María Ramos y colaborador@s

jueves, 24 de mayo de 2018

MARATON DE SAN ISIDRO



MARATON DE SAN ISIDRO III

TRES ESCENARIOS, TRES PÚBLICOS, TRES EXPERIENCIAS
Tercera parte

15 de mayo
PLAZA DE LAS VISTILLAS
Tercera Parte


Todas las fotos, excepto la de El Cipri, son de la "Almógrafa" Patricia Llaneza


Juventud... divino tesoro

Y llegó la Noche grande de las fiestas del santo patrón de Madrid. Las Vistillas se venía abajo de público. A la hora en punto, cuando el cielo de Madrid, ya mortecino, anunciaba la calidez de una velada que sería inolvidable, irrumpí en escena a los sones del Ven y ven 


"Yo cantaba el ven y ven
en la calle de la Palma,
ahora os canto en Las Vistillas
porque me sale del alma..."

En la pantalla que cubría prácticamente el fondo del escenario, surgió la imagen de Olga Ramos, espléndida, sonriente, de vuelta a lo que ella siempre llamó "su trono"... 



SM OLGA RAMOS

y ¡cómo no lo iba a ser si Olga Ramos fue su Reina! Mi padre también estaba allí pero desde la invisibilidad pese a que, por un curioso azar del destino, una agencia de prensa había anunciado que el 15 de Mayo a las 21:30 h el compositor Enrique Ramírez de Gamboa daría un concierto con su hija Olga María Ramos. Aquel error me pareció más causal que casual: estaba claro que El Cipri no quería faltar al tributo que se le rendiría a su amada Musa en su Centenario



Cipri

En fin, mucho que recordar... pero mejor,  dejemos que sean otros quienes cuenten lo que ocurrió aquella noche


Olgas y olé

Así me vio Carlos Arévalo, cronista cultural. Os invito a entrar en su interesante Blog que por sus contenidos, debiera ser de obligada lectura. 



Silencio en la noche

Y así el periodista Alfonso León

NECESARIA

Me he permitido hacer mío, para el título de esta breve reseña, el adjetivo que repetía un joven de los muchos  que vitorearon anoche a La Ramos: 
"¡Necesaria! ¡¡Eres necesaria!!"
Tal cual, necesaria e imprescindible. 
Como siempre, dueña de la escena y con dominio superlativo del género y sus contenidos, Olga María Ramos volvió a brillar ayer en los Jardines de Las Vistillas. 
Un servidor, que acude anualmente a la cita más madrileña de la Feria de San Isidro por trabajo pero con innegable placer, volvió a disfrutar con una clase magistral de cuplé de mano de la máxima autoridad en dicho menester. 
Olga maneja como nadie el _timing_ o tempística, que no es otra cosa que aderezar y lustrar su espectáculo con simpáticas cuñas, frases y anécdotas que rompen el ritmo intencionadamente para luego retomar sin vacilar el punto exacto en el que estaba. 
Mantones incomparables, simpatía, su voz y un intachable pianista, el Profesor Pablo Jiménez fueron, como siempre, envoltorio de la magia.
Olga María interpretó un ramillete de Clásicos atravesando el tiempo para hacer más bonita la música del siglo veintiuno, entre ellos: "Ven y ven", "El pulverizador", "Java de las viudas" o la tierna "Violetera" en la que, alzando ligeramente el vestido, bajó la escalera para cantarla entre un público felíz  que con insistencia pidió "¡Otra, otra...!" al final del espectáculo.
Tras el chótis "Madrid", que Olga dedicó al Maestro Agustín Lara y a un grupo de mexicanos que habían ido a verla, la artista consultó con la organización que le concedió esos minutos más que todos deseábamos. El segundo "otra, otra..." ya no pudo ser por  tener que cumplir los horarios. 
Entregada, puntual, sensible y hasta pedagógica definitivamente, Artista.
Gracias por ponerme la flor en el ojal y una vez más los cuplés en el corazón, Olga María Ramos. 


2
"Que gusto da rociarse... con el pulverizador"
También mi "nonagenial" amiga María Isabel Martínez Cemillán, colaboradora esporádica de este blog, me envió esta (como ella la llama) croniquilla que fluye como a borbotones de su inagotable entusiasmo. 

VISTILLAS
15 de mayo 2018

"A la tercera va la vencida", que va, seguro que habrá mucha más. 
¿Un poco cansada por tantas actuaciones seguidas? ni mucho menos, todo lo contrario: plena. 
Las Vistillas abarrotadas, con gente joven bulliciosa y animada, muy bien. 
Escenario presidido por un gran retrato de Olga Ramos, entrañable dedicatoria de su hija que no sé si es que desde allá arriba le envía invisibles rayos, o lo hace San Isidro, agradecido por tan cálido homenaje, quizás los dos. 
Olga María aparece cantando insuperable sus intencionados y divertidos "VEN Y VEN" y los preciosos "cuplés" melancólicos, como EVOCACIÓN y ROSA DE MADRID; picarones, LA GATITA BLANCA; retadores SI EN VALENCIA TIENEN FALLAS; enérgico, nunca escuché un VINO TINTO... tan fuerte, tan coreado y entusiasta;  evocadora VIOLETERA
¡Y qué bien acompañada por el piano al que Pablo arranca sus mejores notas, gloriosas! y ella, plena de voz, perfecta dicción (tan escasa hoy en muchos cantantes) y por Nati y Julio cada vez mejores bailando el chótis. 
Madrid vibraba castizo, satisfecho, encantado, entusiasta, pidiendo"otra, otra" esta vez complacido una vez...
Pues de nuevo, y de verdad, son muchísimos los que te dicen: ¡GRACIAS, GRACIAS!" por regalarnos tanta alegría. 
Y, ya saben, si quieren disfrutar de la "Voz de Madrid", en el Teatro Prosperidad los últimos viernes de cada mes canta OLGA MARÍA. 


EN EL ATENEO


"¿Te gusta el cuplé?"

Y aquel joven con camiseta de GAP,  me respondió arrobado: "¡Sííí...!" y yo le contesté:

El Cuplé es galanura
el cuplé es picardía
tiene mucho de ternura
de nostalgia, de alegría
El cuplé es la chulapa
que en dar celos se recrea
es el garbo de la guapa
y la suerte de la fea
Es el duende caprichoso 
que delata y entromete
al galán jacarandoso
y a la Lola del sainete
El cuplé es relicario
de la tragedia torera
es la cuenta del rosario 
de la novia que le espera.
 Es la verja con macetas
del recóndito balcón
donde salta la saeta
al pasar la procesión
Es el sol de los abriles
de la maja calesear
es el coche de El Madriles
y la eterna violetera. 
El cuplé es... ¡tantas cosas!
que no comprendo por qué
puede haber gente dudosa
que ignore qué es el cuplé.

Enrique Ramírez de Gamboa


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1 comentario:

  1. Fue un broche de oro, aderezado con mantones, plumas, abanicos, música de la mano del Maestro Pablo Jiménez, chotis, cuples, emociones a flor de piel y la incomparable voz y maestría de Olga María Ramos.

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