Calaverita para Consuelo Bello "La Fornarina". Montaje de imagen: ©Mar Buelga 2013 |
Desde México nos llega una nueva crónica de nuestra colaboradora Lourdes Franco Bagnouls.
Esperamos que os guste.
En México, la muerte ocupa un sitio preponderante en la cultura.
Ya los pueblos prehispánicos le rendían un culto especial.
Las ruinas del Templo Mayor de la antigua Tenochtitlán conservan un muro totalmente decorado con calaveras y en todos los enclaves piramidales distribuidos a lo largo del territorio aparecen de manera profusa distintas representaciones mortuorias.
Al llegar al nuevo continente la civilización occidental se creó un sincretismo particular que combina armónicamente ambas tradiciones, haciendo de la celebración de los difuntos, el primero y dos de noviembre, una fiesta colorida y singular que conserva el arraigo popular pero que también se ha convertido, para las clases cultas, en un bastión representativo de la identidad nacional. En los edificios públicos, escuelas, parques y panteones se instalan altares de muerto dedicados a personajes ilustres del mundo de la ciencia, el arte y la historia con flores de cempasúchil, papel de colores, retratos y calaveritas de dulce.
Ofrenda |
Ofrenda a Los muertos |
La Catrina o La Calavera Garbancera (1913) |
Domingo el la Alameda de Diego Rivera |
José Guadalupe Posada y su Catrina |
Xavier Villaurrutia |
Si te llevo en mí prendida
Y te acaricio y escondo;
Si te alimento en el fondo
De mi más secreta herida;
Si mi muerte te da vida
Y goce mi frenesí,
¿qué será muerte de ti
cuando al salir yo del mundo,
deshecho el nudo profundo,
tengas que salir de mí?
El mexicano se come literalmente a la muerte en calaveritas de dulce, de chocolate y de amaranto, la adorna con flores amarillas, la festeja y la celebra con platillos típicos y bebidas embriagantes; pero también la teme y la venera. Una de las formas clásicas del humor mexicano respecto a la muerte es la elaboración de “Calaveras”, poesías jocosas y simpáticas de corte popular que se hacen en honor de los difuntos y aún de la gente viva. A manera de homenaje muy mexicano para una de las más grandes representantes del cuplé:
Consuelo Bello, “La Fornarina” presentamos una “Calavera”* hecha expresamente para ella, con el respeto, pero también con la levedad con la que mi pueblo concibe la muerte:
*Calavera
le llaman en México a un poema informal y espontáneo. Nuestra
catedrática, que ya ha demostrado su talla como poeta, ha querido,
en este caso, escribir con cierto estilo desaliñado y algo naïf,
una entrañable y cupletera calavera.
Vino
la Muerte aquel día
Con
ánimo de cuplé,
Se
llevó a la Fornarina
¡qué
triste que aquello fue!
La
Parca corrió celosa
Con su
artista sin igual,
Montada
sobre las ancas
De un
rucio sensacional.
Quiero
reírme un buen rato,
Y al
punto La Fornarina
De “La
llave” le contó
Que
Asunción se fue a bailar
Con un
joven muy audaz
Que
llevaba entre las ropas
Una
llave singular….
¡Otro!
Gritaba la Parca
Y
aplaudía sin cesar,
Entonces
La Fornarina
Le
interpretó Luna Park.
Desde
el cielo Fornarina
A Olga
María regaló
Un
muñequito con hilos
Y a la
tierra se lo envió,
Con un
atento recado
Que
Olga María conservó.
Era un
soldadito majo
Con
guerrera y con Quepí,
Lucía
una amplia sonrisa
Y su
traje carmesí.
La
Muerte quedó tranquila
Por un
tiempo nada más,
Pues
Fornarina sentía
Una
tristeza sin par.
Entonces
tuvo la Muerte
Que
acompañarla también
De la
genial Olga Ramos
Y de
Sarita Montiel.
Antes
ya se había llevado
A la
tremenda Raquel
Pero
con ella no hizo
Fornarina
un buen papel
Pues
aquélla le cantaba
Todo
el tiempo aquel cuplé
Del
torero que en el ruedo
Murió
llevando con él
Un
relicario en el pecho
Atado
con un cordel.
Ahora
la muerte ostenta
En sus
dominios un teatro
Donde
tienen las artistas
El
mejor de los espacios.
Desde
el Valle de Anáhuac: Lourdes Franco Bagnouls.
Y en nuestra próxima entrada seguiremos con las tradiciones de estos mágicos días en que recordamos a aquellos que han viajado al más allá pero que sentimos "muy acá".
Y lo haremos con una tradición muy española: "Don Juan Tenorio"...
¿A qué ya estáis impacientes?
Y lo haremos con una tradición muy española: "Don Juan Tenorio"...
¿A qué ya estáis impacientes?
Preciosa entrada
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