FIESTAS DE LA PALOMA 2018
PLAZA DE LA PAJA
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| Foto: @whileyouimagine com |
El pasado lunes 13 de Agosto, en plenas fiestas de la Paloma, fui invitada a cantar en el precioso marco de la Plaza de la Paja. Es un lugar tan singular e inspirador que se me ocurrió escribir un breve pregón que pueden leer, si les place, a continuación de este interesantísimo relato que, una vez más, nos comparte nuestra nonagenial amiga María Isabel Martínez Cemillán. En él, nos invita a conocer en profundidad la fascinante historia de una plaza singular enclavada en pleno Madrid de los Austrias.
LA PLAZA DE LA PAJA, fue una de las más grandes e
importantes del Madrid Medieval, así llamada por ser donde se almacenaban y
vendían las enormes cantidades de paja necesarias para las mulas, caballos, y
borricos de los canónigos, caballeros,
labriegos y visitantes de la Villa y
Corte.
Estaba rodeada de hermosos palacios y quizá, el más
importante fuera el de los Lasso de Castilla( totalmente desaparecido, ahora
vulgares viviendas) donde se alojaban los Reyes Católicos cuando venían a
Madrid y desde el que se hizo un pasadizo volado que lo comunicaba con la iglesia de San
Andrés donde la reina Isabel asistía a su diaria misa.
Fue en este hermoso palacio donde el Cardenal Cisneros
nombrado regente del Reino, al morir Fernando
el Católico, hasta la llegada a España de Carlos V, cuestionado por parte de la
nobleza que no estaba de acuerdo con su actuación y la rechazaban, abrió de par en par el gran balcón principal,
señaló la gran plaza abarrotada de soldados y con firme voz, alta y clara,
pronunció su famosa frase: ESTOS SON MIS PODERES……….
Enfrente, casi totalmente reconstruido pero,
afortunadamente, conservando su estilo y su galería superior, plateresca, arcos
y rosetones, el palacio de Francisco de Vargas, consejero de los Reyes
Católicos, tan culto e inteligente que cuando los Reyes deseaban conocer con
detalle algún asunto importante ordenaban "Averigüelo, Vargas", frase que se hizo tan popular que hasta Tirso de
Molina escribió una comedia con ese título.
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| Ejemplar del libro de la BNE |
Formando ángulo con el Palacio, la Capilla del Obispo,
oficialmente iglesia de Santa María y San Juan de Letrán, pero que al ser
construida por Don Gutierre de Vargas y Carvajal, obispo de Plasencia, adquirió
ese sobrenombre. Es uno de los pocos edificios góticos de Madrid, con doble
escalinata de entrada.
Ha permanecido muchos años cerrada, por herencia pasó
como tantos otros edificios, a la Casa de Alba, hubo un largo contencioso, que
por fin resolvió la Duquesa al cederla al pueblo de Madrid. Limpia y restaurada,
hoy podemos admirar sus magníficas puertas interiores de madera tallada, el
fabuloso enterramiento de alabastro del Obispo y sus padres y el
espléndido retablo del altar mayo, de Francisco Giraldo, auténtica joya
Y como fondo de la desnivelada plaza , armonioso, reducido y
bien cuidado, el “jardín colgante” del Palacio del Príncipe de Anglona,
construido en el siglo XVI, rehabilitado varias veces, comprado por el
Ayuntamiento de Madrid al morir el príncipe y transformado en lujosas viviendas
particulares.
Prototipo del jardín nobiliario, el bonito y cuidado jardincillo
fue abierto al público y es visitable durante varias horas.
El príncipe de
Anglona fue un valeroso militar durante la guerra de la Independencia,
voluntario al frente de su ejército, persiguió a los franceses, cruzó los
Pirineos y tomó Pau.
Maria Isabel Martínez Cemillán
PREGONCILLO
A LA PLAZA DE LA PAJA
Esta plaza con encanto
donde he venido a cantar
se merece por histórica,
que la quiera pregonar.
Así que, si lo permiten,
escuchen con atención
este pregón que mi menda
a esta plaza dedicó.
En el Madrid de los Austrias,
centro histórico y castizo,
surge la Plaza la Paja
orgullo de sus vecinos.
De norte a a sur la atraviesa
una bella Costanilla
llamada de San Andrés
y que a todos maravilla.
la rodean varias calles
de trazado medieval:
la del Príncipe de Anglona
y otras más que he de nombrar.
La calle de Redondilla,
la calle del Alamillo,
también la de Alfonso VI,
con la del Toro termino.
Esta plaza tan señera
(que en tiempos fue gran mercado)
al llegar el siglo XV
a otra plaza fue llevado;
la plaza Mayor que un Rey,
Don Juan II llamado,
dio orden de construir
(veréis que de todo hablo)
Y aunque el comercio se fue
y llegó la decadencia,
se mantuvo su importancia
por sus bellas residencias.
Las principales familias
de la Villa de Madrid
tuvieron aquí palacios
de inigualable postín.
Y ¿por qué el nombre que nombra
a esta plazuela tan maja?
Por la costumbre que había
de acumular mucha paja.
El capellán y el cabildo
de esta capilla cercana
(que se llama del Obispo)
la paja necesitaban
par alimentar con ella
a unas mulas muy galanas
con las que los capellanes
cada tarde paseaban.
Y desvelado este asunto
¡contemplad cuánta belleza!
La Capilla del Obispo,
la iglesia de San Andrés,
aquel precioso palacio
y allí, sobre el terraplén,
un nobiliario jardín
que el de Anglona mandó hacer.
Antes de finalizar,
sin duda, es obligación,
nombrar dos asociaciones
de indiscutible valor.
Defiende las tradición
y tienen gran pedigrí.
Son: los Castizos y Amigos
y El Orgullo de Madrid.
Consumid en estos puestos
que no hay mejor limonada
y, de paso, ayudaréis
a que sigan con más ganas.
Ya ya no quiero alargarme
que poco tiempo me queda
y aún he de interpretar
valses, foxtrots, habaneras,
chotíses y pasodobles
que el bello cuplé encierra...
Olga María Ramos
2 de agosto de 2018
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FOTO: FEDERICO GÓMEZ
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Nati y Julio, castizos, residentes en Madrid
y, ante todo, amigos de los fetén |
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