Hace un tiempo, le propuse a mi amigo Pepe Iglesias Benítez, poeta, escritor, crítico literario y actual presidente del Hogar extremeño de Madrid, dar una charla cantada sobre mis padres, es decir, sobre mi "denominación de origen".
Comenzaba el verano y acudí, acompañada por el Maestro Alberto Lebrato mi pianista pacense heredado, a cumplir ese deseo. Esta fue la poética presentación que, de mi relato cantado, hizo el Presidente del Hogar.
No pude tener mejor embajador.
No pude tener mejor embajador.
Muchas gracias
Pepe Iglesias Benítez Cuando canta Olga María, la sala se llena de ensueños y sonrisas. |
Cuando canta Olga María, el violín de su madre le despierta gorriones en las venas, en la voz le
tiembla un duende que nos guiña un ojo y en el aire resucita un local de la
calle de la Palma, donde todo el arte, toda la inocencia y toda la picardía
tuvieron su acomodo.
Cuando canta Olga María, se llenan de luz los escenarios
del mundo, brillan los ojos siguiendo la estela de una mariposa de seda y de
color, una mariposa con forma de mantón de Manila, que ayer comprara en una
almoneda y que ahora, en un vuelo de rosas bordadas deja en el espacio un
reguero de polvo de oro, antes de ceñirse, pliegue a pliegue y fleco a fleco, a
su cuerpo de diva, a su cuerpo de reina.
Cuando canta Olga se llenan de luz los escenarios, sí, pero esta
noche nosotros vamos a hacer un escenario de nuestro corazón y en él va a
entrar hecha verso, hecha poesía, la hija del cuplé, la cupletista y cupletóloga,
la amiga entrañable de todos...
Con ustedes: Olga María Ramos.
José Iglesias Benítez
Hogar extremeño de Madrid
Hogar extremeño de Madrid