Queridos amigos y amigas del blog;
Hoy y sin que sirva de precedente no os escribe Olga María, sino Mar la persona que agrega fotos y videos a sus maravillosos relatos.
Os preguntaréis : ¿Porqué?. La respuesta... Porque hoy voy a hablar de ella, de la cupletista, cupletóloga y sobre todo... La amiga.
Aunque no me centraré en esto último sino en aquello que ella hace mejor: El cuplé. Y en concreto os hablaré de la última de sus actuaciones en Asturias,donde vivo.
Conozco a Olga desde hace unos cinco años y en varias ocasiones he tenido la suerte de poder verla actuar en diferentes lugares del Principado :Gijón, Mieres, Avilés, Oviedo...
Precisamente en la capital fue donde La Ramos actúo este pasado fin de semana, en un marco incomparable de belleza sin igual, que diría el maestro Matías Prats: El ovetense auditorio Principe Felipe.
Esta vez, el recital era algo especialísimo ya que se trataba de un homenaje a Olga Ramos, su madre, maestra y ejemplo, ya que este próximo mes de agosto se cumplirán los diez años de su marcha a los escenarios celestiales.
En esta ocasión, la empresa contratante no contó con un fin de semana caluroso, el primero del verano, lleno de "fiestes de prau" y "romeries de San Xuan , con playas y piscinas abarratodas, que de no haber sido por el interés que despierta la cupletista madrileña, persona muy querida en Asturias entre el público, hubiera dado con un Auditorio vacio.
La Ramos desembarcó, mejor dicho "desencochizó" (vale la palabra no existe, pero es que llegó en coche) desde los Madriles y a las pocas horas, olvidando el cansancio y el calor del viaje, apareció majestuosa en la sala de cámara de dicho auditorio, enfundada en una maravillosa boa.
En la pantalla, con la sala en penumbra, acompañándola, sonó: "El gaitero de Gijón" en las manos mágicas de la Ramos, de la virtuosa del violín, de la madre homenajeada.
Emocionante...
Aunque creo que podríamos verla, ¿No creéis?
Que maravilla, ¿verdad?
Olga María, en ese instante se trocó en narradora de la vida de su madre, de su propia vida:
El romance de sus padres, su boda, su propio nacimiento, sus estudios, los premios, la lucha, los fracasos (que alguno hubo también) y el gran éxito en su "dulce otoño" que la propia Olga Ramos corroboró dirigiéndose al auditorio a través de este vídeo:
El espectáculo se iba haciendo cada vez más mágico...
Olga María, emocionada nos regaló aquello con que su madre la obsequió en vida: Todo su arte.
Con su característico gracejo y su vena cómica fue desgranando ante los presentes un buen número de cuplés: Ven y ven, Las tardes del Ritz, Los amoríos de Ana...
Y con su faceta más dramática nos interpretó algunos de los mejores cuplés dramáticos: Agua que no has de beber, Mala entraña...
Explicando en cada momento los orígenes de cada tema, que para algo es "cupletóloga".
Incluso, Olga generosa como siempre invitó a Javier Mejuto un joven pero experto cantante a acompañarle en uno de sus temas más emotivos:
"Quiéreme mucho" canción muy especial para ella ya que fue uno de sus últimos temas grabados con su mami.
Yo, que adoró a las Olgas, sabía que el cuplé favorito de Olga María es Nena de Zamacois ,sin embargo nunca se la había oído cantar, hasta el domingo, donde lo escuché como jamás lo había escuchado. Transportándome (perdón , transportándonos) a la época en la que la canción transcurre, viendo delante de mi a los dos protagonistas de la canción, observando desde mi butaca como el amado se iba entre las lágrimas de su amada.
Fue... no sé como expresarlo.
Aunque, vosotros vais a poder imaginaros que estáis en Oviedo, el pasado domingo y en el auditorio, gracias a la grabación de la fotógrafa Patricia A. Llaneza (Llaneza Photo), otra asturiana "olgaadicta" la "almógrafa" (así la llamamos porque retrata almas en sus fotos) que ha tenido la amabilidad de pasarme el momento en vídeo para el blog. ¡Gracias, guapa!
Mar (que os escribe), Olga y Patricia (autora del vídeo) tras la actuación. |
Y cerca de Olga María, nuestra Olguita, siempre la figura y la esencia de su madre y por añadidura de su padre el Cipri, que figuraba sentada enfundada en uno de sus mantones en una de las sillas colocadas en el escenario.
Aunque yo creo, que en verdad, ambos se encontraban sentados al final de la sala, en lo más alto, disfrutando y coreando con su mejor creación: su hija.
Poco a poco, el espectáculo se fue terminando, no sin los bises de rigor y las peticiones de más temas, como en todos los conciertos de la artista.
Incluso hubo un momento para las preguntas sobre Olga y su vida, en donde la artista apeo su figura de estrella para convertirse en la Olga más cercana que no duda en explicar momentos y anécdotas de la vida de su madre y de la suya propia. ¡Como me gusta esta Olga que reparte sentimientos íntimos sin pasar por caja, como las buenas artistas de siempre!
Como decía, el espectáculo se acabó tras casi dos horas de función con canciones en directo (casi nada la pomada), acompañada al piano por Pablo Jiménez, estupendo músico y mejor persona aún si cabe).
Pero el público quería más:
Saludar, besar, abrazar a Olga, sacarse muchas fotos y llevarse a casa la firma de la que ahora es la cupletista veraz, la que ama el cuplé y no sólo lo interpreta sino que lo difunde desde el cariño y el respeto, y eso señores, no es moco de pavo.
Y por supuesto que se dejó besar y fotografiar, ya que como ella dice "Soy absolutamente fotografiable"
Olga escuchando a uno de sus fans |
Y firmando... |
Y como merece la pena, el periodista asturiano Alberto Piquero desde su ventana del Diario El Comercio escribe esta reseña de lo acaecido en el Auditorio el 21 de junio. Os dejo el enlace y os copio la noticia para que sea más fácil leerla.
http://www.elcomercio.es/culturas/musica/201506/22/compas-chotis-cuples-20150622001858-v.html
Compás de chotis y cuplés
(22/06/2015)
Olga María Ramos rindió homenaje a su madre al cumplirse el décimo aniversario de su fallecimiento.
Olga María Ramos, ayer, acompañada del pianista Pablo Jiménez,©Alex Piña |
De modo que el concierto que ofreció ayer en la Sala de Cámara de Música del ovetense Auditorio Príncipe Felipe estuvo dedicado a conservar esa memoria, incluyendo en la presentación dos vídeos en los que se pudo contemplar a Olga Ramos interpretando virtuosamente al violín 'El gaitero de Gijón' o escuchar las consideraciones sensatas que tenía acerca del arte que ella llevó a los escenarios al compás de chotis y cuplés.
'Bravos' y aplausos Después, acompañada por el pianista Pablo Jiménez, con profunda emoción, elegancia y el diapasón vocal en las notas justas, Olga María Ramos evocó a su antecesora mediante piezas tan legendarias como 'La llave', 'La violetera', 'Nena' o una composión deliciosa de su padre: 'La yaya'.
Y, a dúo con un invitado, Javier Mejuto, 'Quiéreme mucho'. Poniendo en cada tema el talento que le brota en la garganta y dotes de actriz y añadiendo unas cuantas gotas de picardía indispensable para el género, que en sus maneras de expresarlo siempre tiene sentido de la medida.
Una velada entrañable, en la que un público no demasiado numeroso compensó de forma muy notable la mengua del aforo con un entusiasmo que rodeó a la artista de incontables aplausos y 'bravos'.
La próxima entrada ya la escribirá Olga, como es habitual, pero es que hoy, no pude resistir la tentación de contaros lo especial del tributo a Olga Ramos.
Gracias por leerme.