Diseño del blog y montaje de imágenes/ fotografias y videos : Mar Buelga. Textos: Olga María Ramos y colaborador@s

martes, 27 de mayo de 2014

Olga María Ramos: Mujer gigante, mujer turquesa

TRANSCRIBIMOS LA CARTA QUE NUESTRA OCASIONAL COLABORADORA MEXICANA CARMEN ROSAS HA DIRIGIDO A OLGA MARÍA RAMOS.

Olga María ante el público de Las Vistillas. ©Llaneza Photo

 MUJER GIGANTE, MUJER TURQUESA
Cupletista en turquesa.©Llaneza Photo

Admirada Olga María Ramos:

Por fin conocí Las Vistillas.
En una pequeña plaza entre la Almudena y San Francisco El Grande, hubo magia.
A todos los allí presentes nos arrastraste a tu antojo como uno más de tus mantones.
Nos acariciaste, nos estrujaste, nos mimaste, nos levantaste en vuelo envolviéndonos en un suave abrazo. Nadie quedó indiferente ante tanta majestuosidad, tantos recuerdos, tanto amor por tu Madrid, por el cuplé, por tu madre…
Cuplés que cientos de veces he escuchado en mi viejo CD y en el Teatro Prosperidad, pero hoy vestida de turquesa les diste una luminosidad arrebatadora; cuplés que no conocía como el del Rastro que empieza con un alegre pregón y termina con la voz rota de pena por deshacerse del abanico de la abuela...
Co-compositora del Cuplé “Mi MADRID”… Barquillo Street…
Con el plus de conocer al otro co-compositor demostrando con su modestia su grandeza.
Tú, al reconocerle y darle su parte de un merecido e inesperado homenaje, te mostraste como rescatadora y guardiana de un género por el que pocos y pocas ponen la vida como tú la pones.
Me creí, cuando te escuché por primera vez, que la dulzura de tu voz era insuperable.
Al conocerte en el Prosperidad pensé que nadie como tú acariciaba los chotis que tanto me emocionan y me sentí arropada por tí y tuve el enormisísimo honor de que me llames amiga y conocí muy de cerca tu fortaleza y entereza.
Podría parecer que la Olga amiga podía eclipsar a la Olga Cupletóloga pero ambas se crecen ante mí tanto así, que después de Las Vistillas me obligaré a tratarte como siempre y a no hablarte de usted porque te vi como nunca… mujer gigante… soberbia… sola en escenario, poderosa y como única arma: tu arte, tu saber estar y tu generosidad.
"La Olga"©Llaneza Photo

La sorpresa, para mí por lo menos, fue ver aparecer a Ángelo-Olga Ramos.
Hasta ahora ese chotis en especial siempre me arranca lágrimas de añoranza por mi madre, pero esta vez fue tan diferente…
Ángelo con su sola presencia muestra lo que una mujer apasionada por su arte y rebelde ante la vida puede conseguir habiendo muerto hace ya tantos años: volver a cantar contigo y poner de pie al público entre aplausos.
Angelo interpretando a la gran Olga Ramos ante la mirada de su "hija" Olga María Ramos. Momento mágico. ¿No creéis?
©Llaneza Photo

No tuve el privilegio de conocerla personalmente pero después de Las Vistillas conocí algo más de la herencia que dejó en su única hija y en un artista que la lleva en el alma, más hondo que cualquier traje, maquillaje o peluca.
Al  moverse y mirarte es la reencarnación de una Olga Ramos que en su rebeldía ha trascendido la muerte, el tiempo, el olvido de infinidad de necios…
Demostró que está más viva que nunca que, aún sin arrugas en la voz, le canta a Madrid desde un escenario envuelta en aplausos al lado de su querida hija. Inigualable querida Olga, que gran tarde de amor hecho magia…

Carmen Rosas.

miércoles, 21 de mayo de 2014

OLGA MARÍA RAMOS, ESENCIA VIVA DE MADRID

A continuación un comentario publicado en Facebook.
Está escrito con todo el cariño y admiración de Maribel Torres Roldán, presidenta del Club de Fans de Olga María Ramos.
Maribel Torres en Las Vistillas 2014
Por supuesto que no es imparcial pero eso no le resta veracidad. Ella estuvo allí y esto es lo que sintió y escribió: OLGA MARÍA RAMOS, ESENCIA VIVA DE MADRID

Lo que ayer vi en Las Vistillas no puede compararse a nada de lo que he ido viendo hasta ahora. Al llegar a la calle de Don Pedro, el ambiente era verbenero, pero no como en los años de mi adolescencia, cuando en épocas Isidriles yo disfrutaba del Madrid de mi alma. Cuando llegué al recinto, detrás de unas vallas vi a Olga María Ramos. Como soy tan espontánea, no pude reprimirme y llamé: “¡Olga, Hola!” se ve que reconoció mi voz y me invitó a pasar a la zona de camerinos pero fue imposible: Los tres vigilantes que flanqueaban la entrada nos impidieron pasar. Enseguida llegó Olga, amable y cariñosa como siempre. Después de saludarnos, tomamos la calle para entrar en las Vistillas, lugar de verbenas, de recuerdos y anécdotas.


Olga María Ramos en el escenario de Las Vistillas. ©Maribel Torres Roldán

 A las 8 en punto se escuchan los acordes del Ven y ven que preludia el maestro Pablo Jiménez y acto seguido, el público prorrumpe en aplausos.
El público contempla a Olga María Ramos.©Foto Maribel Torres

Del fondo del escenario surge la voz de Olga que con gran sentimiento empieza a cantar: “Yo cantaba el ven y ven en la calle de la Palma hoy lo canto en las Vistillas porque me sale del alma…” Lo interpreta dándose… entregándose.
El tiempo se nos hace corto, oyéndola cantar.
Los Jardines de Las vistillas están a rebosar.
La espera ha merecido la pena, Olga María Ramos va desgranando chotis y cuplés con arte incomparable.
A mi lado un señor me dice: “¡Cómo me recuerda a su madre…! a ella, no la había visto actuar nunca”. Otro hombre joven, muy cerca del escenario la mira con admiración; se le nota encantado y como descubriendo a la artista.
Se escucha La violetera y Olga, con su ramito de violetas, abandona el gran escenario para mezclarse con los espectadores (me comentan que sólo ella ha bajado en Las Vistillas hasta el público). Dedica una de las violetas a D. Francisco García Sotoca, creador del chotis "MI MADRID” al que Olga ha puesto letra.

                            

Es un momento muy emocionante. El compositor le besa delicadamente la mano mientras a Olga se le humedecen los ojos…
La Lola, El Cipriano, La llave, picaresco cuplé que Olga canta con intención y finura… El Beso… pero aún queda algo sorprendente: Como si de magia se tratara, y en un momento de mucha intensidad, desde un lado de escenario aparece… ¡”Olga Ramos”!
El publico queda atónito sin saber si lo que está viendo es ficción o realidad. “Olga Ramos” avanza hasta su hija y comienza a cantar el famoso chótis del Flaco de Oro.
Nadie sospecha que tras la perfecta apariencia y exacta actitud está Ángelo.
Gracias a su talento, el transformista nos ha hecho recuperar a la querida Olga Ramos después de 15 años que, como tantas veces, la acompaña en un dúo extraordinario y perfectamente compenetrado.
(¿Qué os parece verlo en esta grabación casera? por cortesía de Conchi Hurtado Ponce)

          

Angelo interpretando a Olga Ramos y "Su hija" Olga María Ramos, interpretando
Madrid de Agustín Lara
Todos perciben la emoción y a más de uno se nos saltan las lágrimas.
Yo aprendí a amar el cuplé con Olga Ramos. Ahora lo sigo amando con su hija Olga.
Si el cuplé no se siente dentro del alma, no se vive el género, no se admira.
El cuplé contiene humor, amor, desamores, intrigas y también respira gracia, por eso para ver estos espectáculos hay que amar al cuplé y tiene que gustar el chotis. Y siempre con la calidad de una artista como Olga María Ramos a la que llaman “La banda sonora de Madrid”.


                     Maribel Torres Roldán.  Mayo 2014












domingo, 11 de mayo de 2014

Joyas del cuplé: "La chica del 17"


Partitura de La chica del 17
Pasacalle madrileño
Letra de Boixader y música de Azagra y Durán Vila
(1929)

“La chica del 17”, uno de los cuplés más populares se inspira, como tantos otros, en un personaje real.
Esta chica existió, aunque no vivía en el 17 sino en el 13, frente a la Corrala.
El cambio de número se debió, seguramente, a la rima con Tribulete y el mete… por eso le pusieron ¡17!.

Corrala de Tribulete en 1935

Pero ¿qué hizo esta muchacha para que le compusieran un cuplé?
Pues escandalizar a las vecinas que cada día la veían cambiar de vestuario, de acompañante y, claro, empezaron a pensar mal… de ahí lo de: “¿De dónde saca pa tanto como destaca?”

La chica del 17. Dibucuplé.©Mar Buelga 2010
Pero a ella le daba igual y con descaro, contestaba: “¡La que quiera comer peces que se acuerde del refrán!” que ya se pueden ustedes imaginar de qué refrán se trataba.
La chica tenía una hermana muy guapa, aunque ella lo era más. Con el tiempo dejó de hacer frivolidades y se casó con un invidente y fue muy feliz.

Ya saben que el cuplé es un género versátil, no sólo por sus facetas, si no por los ritmos de que se acompaña. En este caso se trata de un pasacalle. Dicen que el pasacalle (de innegable origen español) toma su nombre al ser interpretado por músicos ambulantes que pasaban por las calles.
En la Revista y en la zarzuela, también se utilizó con frecuencia el ritmo del pasacalle.
Uno de los más conocidos, es el pasacalle de los chisperos de La Calesera que vamos a escuchar en la voz de la reconocida soprano Milagros Martín.

                         

La Calesera

Maestro Alonso



Su autor, el gran Francisco Alonso, aún habiendo nacido en Granada, escribió muchas obras inspiradas en Madrid: Los Nardos, El Pichi, La Lola… La Calesera…

Y lo hacía con tanto arte y conocimiento de causa, que sus mismos colegas le decían: “Maestro cómo es posible que siendo granaíno le componga así a Madrid?”
Y Alonso contestaba: “Es que Madrid te gana a fuerza de cordialidad”…

Y volviendo a la “Chica del 17”¿Se animan a cantar con la simpática Lina Morgan este famoso pasacalle?






                                

jueves, 1 de mayo de 2014

JOYAS DEL CUPLÉ: "El ojo de cristal"




La Fornarina


El cuplé cómico
En un género tan versátil como el cuplé, no podía faltar el cómico y “El ojo de cristal” es una verdadera joya.
La exquisita Fornarina fue la creadora de este cuplé de Valverde y Cadenas y que, como otros muchos que estrenó la bella cupletista, era francés.

En 1915, y apenas cumplidos los 31 años, murió La Fornarina y con ella también murieron muchos de sus cuplés. Olga Ramos rescató algunos; ese fue el caso de “El ojo de cristal” o “Las andanzas de Don Marcial”, que así era también conocido.



             
El ojo de Cristal. Dibucuplé. ©Mar Buelga 2010

Era habitual que los autores de la época se inspirasen, no sólo en hechos y personajes reales, si no en objetos tan curiosos como un pulverizador o un ojo de cristal.
Antiguo ojo de cristal
Por cierto ¿saben cuando se colocó por primera vez un ojo de cristal?
Fue en Francia en el siglo XVIII y después en Alemania.


Los fabricaban los ocularistas, palabra que aún hoy se utiliza. Se probó con diversos materiales, pero el cristal fue el más tolerado por los pacientes.
Hoy en día, sin embargo, se hacen con un material parecido al que se utiliza para la fabricación de los dientes…

Los antiguos "ocularistas" trabajaban el vidrio
de manera artesanal, mediante la técnica del
soplado.


Bailando el can-cán. Fotografía de la época
Mas volvamos a este cuplé que nos habla de un señor de buen porte que se va a la guerra y en medio de la batalla pierde un ojo. Entonces, se va a Paris y allí compra un ojo de vidrio que disimula con un monóculo. “…con un monóculo para disimular les iba echando el ojo a todas al pasar…”
El ritmo del que se adorna este cuplé es el galop. una especie de marcha muy rápida, como el cancán… o La machicha…
No se sabe a ciencia cierta si el galop nació en Hungría o Baviera, pero ese vivaz baile, muy pronto llegó a Paris. Quizás allí tomó el nombre de Cancán.
Baile del Moulin. Cartel anunciador
Un baile rompedor. ¿No creéis?

Vamos a hacer una pausa y escuchemos el, sin duda, más famosos cancán compuesto por Offenbach para su ópera “Orfeo en los infiernos”.

 


En fin, que el ritmo alegre del galop resulta muy apropiado para un cuplé tan cómico como el que podrán escuchar en la voz de Olga Ramos pero antes, permítanme contarles una curiosa historia referida a un ojo de cristal….
Un viejo avariento. Figurín para El avaro de Moliere.
¿Llevaría un ojo de cristal como el usurero de la historia?
Un despiadado y avaro prestamista que comerciaba con el dolor ajeno, solía jactarse de que nadie averiguaría jamás cual de sus ojos era de cristal.
En cierta ocasión entró en el comercio una pobre mujer que le suplicó una limosna para dar de comer a sus hijos.
El avaro, con sorna le dijo: “Hoy es tu día de suerte, si me dices, de inmediato, cuál de mis ojos es el ojo de cristal, te regalaré un centavo…”
Sin dudarlo, la desesperada mujer le dijo: “¡El derecho! ¡El derecho, Señor!”.

Estupefacto el avaro, sin creérselo todavía, le hizo una nueva pregunta: “Te lo daré, si me dices cómo es que pudiste saberlo sin titubeo alguno”, y la mujer respondió “Ah Señor, porque en ese ojo, en el de vidrio, pude ver, así a lo lejos, una pizca de piedad…”.



Y ahora, pásenlo bien con la versión que de “El ojo de cristal” grabó en directo la sin par Olga Ramos. No se pierdan ni una sílaba porque la letra no tiene desperdicio…
El vídeo es una idea de mi colaboradora Mar Buelga