Hace un tiempo, le propuse a mi amigo Pepe Iglesias Benítez, poeta, escritor, crítico literario y actual presidente del Hogar extremeño de Madrid, dar una charla cantada sobre mis padres, es decir, sobre mi "denominación de origen".
Comenzaba el verano y acudí, acompañada por el Maestro Alberto Lebrato mi pianista pacense heredado, a cumplir ese deseo. Esta fue la poética presentación que, de mi relato cantado, hizo el Presidente del Hogar. No pude tener mejor embajador.
Muchas gracias
Pepe Iglesias Benítez Cuando canta Olga María, la sala se llena de ensueños y sonrisas.
Cuando canta Olga María, el violín de su madre le despierta gorriones en las venas, en la voz le
tiembla un duende que nos guiña un ojo y en el aire resucita un local de la
calle de la Palma, donde todo el arte, toda la inocencia y toda la picardía
tuvieron su acomodo.
Cuando canta Olga María, se llenan de luz los escenarios
del mundo, brillan los ojos siguiendo la estela de una mariposa de seda y de
color, una mariposa con forma de mantón de Manila, que ayer comprara en una
almoneda y que ahora, en un vuelo de rosas bordadas deja en el espacio un
reguero de polvo de oro, antes de ceñirse, pliegue a pliegue y fleco a fleco, a
su cuerpo de diva, a su cuerpo de reina.
Cuando canta Olga se llenan de luz los escenarios, sí, pero esta
noche nosotros vamos a hacer un escenario de nuestro corazón y en él va a
entrar hecha verso, hecha poesía, la hija del cuplé, la cupletista y cupletóloga,
la amiga entrañable de todos...
Con ustedes: Olga María Ramos.
José Iglesias Benítez Hogar extremeño de Madrid
"Canta, canta guitarra, canta guitarra mía..." (Música de Ortíz de Villajos, Letra de Jofre y Bolaños) Almografía de Patricia Llaneza
Cuando hace unos días supe del fallecimiento de Magda Martín, la eterna pianista de mi madre Olga Ramos, sentí un gran tristeza a la par que me asombraba saber que había llegado a cumplir nada menos que 102 años. La querida Magda, bautizada por mi ocurrente mami como Fortunata (por aquello de la rima de "¡Ataca, Fortunata!"), se fue rodeada de su familia, en el hogar de su hija Mayte, donde había vivido todos estos años, pese a padecer en la última década una enfermedad tan devastadora como el Alzheimer. Es importante reseñarlo porque esta pequeña familia (su hija, su yerno y sus nietos) son, sin duda, un ejemplo de generosidad. Y dicho esto, veamos como se fraguó esa colaboración de toda una vida, entre Magda y mi madre. MAGDA MARTÍN, MAGNÍFICA PIANISTA Olga Ramos, que tenía una excelente preparación musical, siempre se rodeó de buenos profesionales. Solía decir que una de las pruebas a las que sometía al pianista de turno, era hacerle interpretar las "Soleares de la Verbena de la Paloma". Cuando escuchó a Magda, ya no tuvo dudas: Ella era la pianista idónea para formar parte de su orquesta. Vamos a avanzar en el tiempo hasta 1984 porque merece la pena que las escuchen, precisamente, en este precioso fragmento de la inmortal zarzuela de Tomás Bretón. El audio fue extraído de una sencilla grabación realizada en un radio cassette en el Castillo de Manzanares el Real en una recepción ofrecida al presidente argentino Raúl Alfonsín
Otra cosa que le agradó mucho a mis padres fue la exquisita educación de Magda que pertenecía a una distinguida familia. Su tío, viendo la disposición de la niña para la música, influyó para que estudiara solfeo y piano en el Real Conservatorio de Música de Madrid. Y no se equivocaba, estos fueron sus premios:
-Premio Extraordinario de Piano María del Carmen -Primer Premio de Solfeo
-Primer Premio de Armonía
-Primer Premio de Composición
TODA UNA VIDA
Tal y como cuenta la propia Magda en el siguiente vídeo, su primera actuación juntas fue en el Teatro de la Zarzuela a mediados de los treinta cuando ambas era muy jovencitas.
Aquella actuación fue la primera de otras muchísimas, primero en la Orquesta Fémina, más tarde en la Mixta en la que se integraron dos caballeros más: Lillo, extraordinario trompetista y mi padre (virtuoso del saxo, clarinete y bandoneón)
Beatriz Ramos, Enrique Ramírez de Gamboa, Olga Ramos, Magda Martín y Lillo
(Fotos tomada en los años 50' en el Café Universal de Madrid)
Con esta orquesta recorrieron los más prestigiosos Cafés concierto de España hasta que llegaron al Café Universal donde permanecieron durante veinte años... hasta su cierre.
Luego vendría el Café Varela y el quinteto se quedó en trío, siempre con el mismo éxito. Y es que... ¡eran tres Maestros!
Y finalmente, ya dúo, en "Las Noches del Cuplé" donde debutaron en mayo de 1968.
Una de las primeras fotos
tomada junto a los camerinos
PRELÚDIA Y OBERTUREA FORTUNATA
Y fueron muchos años los que Magda permaneció en el viejo local de la calle de la Palma, compartiendo con Olga Ramos noches triunfales. Incluso, en cierta ocasión y en recuerdo de la Orquesta Fémina, a ellas se unió Beatriz Ramos, hermana de Olga, que las acompañó en el Pasacalle de Los Chisperos de la Calesera
Disculpen la escasa calidad de unos vídeos rescatados de cintas VHS pero creo que vale la pena recuperar esos momentos vividos en Las Noches del Cuplé.
CARACAS Y CIUDAD DE MÉXICO
TELEVISIÓN
Y así siguieron juntas hasta que Magda Martín la entrañable Fortunata, optó por retirarse...
Como colofón a mi humilde homenaje, dos vídeos.
En el primero, veamos a Olga y Magda en un reportaje de NO-DO rodado en "Las Noches del Cuplé", interpretando uno de los chotíbiris más chulones que se han escrito "Con una falda de percal planchá".
En éste, Olga al violín y Magda al piano ejecutan con gran maestría "Granada" de Agustín Lara.
Mejor, imposible.
Hasta siempre
Olga María Ramos
A continuación, los comentarios que en recuerdo de "Fortunata" dejaron en mi muro de Facebook.
Maribel Torres RoldanNo tuve el placer de conocerla. Pero con tus palabra, y algún comentario se que fue gran amiga y compañera , tanto de Olga Ramos ,como de ti.
Carlos IaquintaQué descanse en paz la emblemática Fortunata. Imposible pensar en Olga Ramos sin Fortunata acompañándola...toda una gloria. Lo siento muchísimo Olga Maria Ramos. Un cariño desde Argentina.
Matilde Guillot MartinezMis tiempos de verla y saludarla, fueron en el café Varela....fue una gran pianista, y mejor persona....mi más sentido pésame Olga Maria Ramos, ha sido una gran perdida, unas lágrimas se van con ella.Matilde
Alfonso De Grassa AramendiaQué tristeza, la gran Fortunata !!!. Siempre al piano acompañando desde el humor y en un segundo plano a Olga. Yo también le daba por muerta. Espero que sus últimos años hayan sido de paz, amor y buenos cuidados. Descanse en paz en la misericordia de Dios. 🌷🌷🌷🌷
Corita Viamonte LopezLo siento de verdad.Fortunata fiel compañera de tu madre durante tantos y tantos años.En fin todo tiene un final y de verdad que este lo he sentido y mucho.D.E.P.Fortunata o mejor Magda Martin.
Ana HernandezMuchas gracias a todos!,pero a parte de una gran pianista es, porque siempre estará con nosotros, una gran madre, gran abuela y gran bisabuela, te queremos YAYA😘❤️❤️
Socorro IglesiasMagda, has cumplido ampliamente con la facultad que Dios te dió para alegrarnos la vida. Junto a Olga Ramos formaste una pareja artística inigualable. Os permitíais el lujo de usar hasta "morcillas" en escenario y quedaba de lujo. Gracias por tu maestr…Ver más
Marta CampoEn nuestro corazón queda su música, su valor, su cariño. La yaya de una gran familia que la va a echar mucho de menos. Sergio Marciel Marta Campo
Maika Campo MartinezUn orgullo tener mi mano entre las suyas con tanta dulzura en sus últimos días dejando en mi el recuerdo de otros momentos. Gracias Magdalena
ADIÓS MAGDALENA, Adiós querida amiga. Con lágrimas en los ojos hoy me despido de ti. Durante muchos, muchos años, has sido la gran amiga de mi madre Pepita Rey.Ya desde niñas habeis estado juntas. Durante muchos años habeis compartido vuestras ilusiones, vuestras amarguras, vuestros logros, vuestra preciosa carrera, cada una encaminandola por diferentes caminos y por encima de todo, habeis compartido un enorme cariño y una enorme comprension y respeto de la una hacia la otra. Espero que te hayas reunido con mi madre y que hayais reanudado la amistad que siempre tuvisteis y que solo la muerte ha podido interrumpir. Nunca te olvidaremos ni nos olvidaremos de las muchas horas que hemos pasado juntas y de los bonitos recitales a los que hemos acudido para oirte. Hemos tenido una intima amistad y esto no se olvidará jamas.