Diseño del blog y montaje de imágenes/ fotografias y videos : Mar Buelga. Textos: Olga María Ramos y colaborador@s

jueves, 24 de marzo de 2016

EL RASTRO MADRILEÑO





Como tantas veces recuerdo, mi padre Enrique Ramírez de Gamboa “El Cipri”, le cantó a Madrid en todos sus rincones y uno de ellos fue El castizo Rastro madrileño. 



Antes de explicar qué llevó a mi padre a componer la música de este garboso pasacalle sepamos algo más de uno de los espacios más castizos de la Villa y Corte.



EL RASTRO, tétrico nombre

Alrededor de 1497 se construye junto a la Plaza de Cascorro, el Matadero viejo. Al transportar por aquella pendiente las reses recién sacrificadas, se veía el rastro de su sangre, de ahí el nombre... que no es más que un apodo ya que, en realidad se llama Ribera de curtidores, de curtidores, de zapateros… en fin, oficios derivados de las pieles de los animales de los que hasta se aprovechaba el sebo para hacer velas por lo que también se instalaron fabricantes de cirios



Vamos a hacer un alto en el camino para deleitarnos con la gracia de la actriz Tony Soler que, en una escena de la película “La violetera”, nos canta “Soy castañera”, cuplé en el que se nombra esta Ribera de Curtidores.



En el siglo XIX aparecen los traperos, libreros y comerciantes de artículos de segunda mano. A finales del XIX sientan sus reales los anticuarios y se establece desde entonces la costumbre de rebuscar, seleccionar y comprar los objetos más curiosos, escasos y valiosos que se pueda imaginar.


CASCORRO


Eloy Gonzalo

Indispensable es nombrar la plazuela que está en la cabecera del castizo mercadillo, que en un principio se denominó Plaza del Rastro, más tarde Nicolás Salmerón, político y filósofo y ya en el siglo XX, Plaza de Cascorro erigiéndose en 1902 una estatua esculpida por Aniceto Marinas en recuerdo de Eloy Gonzalo, un soldado criado en la Inclusa de este barrio y que se hizo famoso en Cuba por hacer volar un polvorín en el pueblo de Cascorro. Curiosamente, Eloy Gonzalo es el único madrileño que tiene en Madrid calle y monumento

ENCUENTRO EN EL CAFÉ VARELA

A principios de los años 60 del pasado siglo, actuaban mis padres, junto a la pianista Magda Martín en el Café Varela




Era este café lugar de cita de la intelectualidad de la época: Serrano Anguita, Alberto Insúa, Emilio Carrere, Joaquín Dicenta, Álvaro Retana, Manuel Martínez Remis… Este último poeta se hizo muy amigo de mi padre y, uniendo sus talentos, compusieron el precioso pasacalle protagonista de la entrada de hoy.




Manuel Martínez Remis, madrileño como mi padre, fue un excelente escritor, guionista de radio y cine pero, sobre todo, fue poeta desde el primer hálito de vida hasta el último. Nació en 1911 y falleció en 1989.

El Rastro madrileño, y los que me han visto, lo pueden corroborar, siempre me emociona… su letra es tan descriptiva, emotiva y alegre y ¿qué decir de la música que mi padre supo poner a cada verso?

Y ahora, si les parece, vean y escuchen a una servidora cantar el pasacalle. 




RASTRO MADRILEÑO

Pasacalle


Letra: Manuel Martínez Remis


Música: Enrique Ramírez de Gamboa

Recitado
(Enrique Ramírez de Gamboa)

El Rastro madrileño, gracias del regateo, será siempre el mismo 

Rastro del sainete de ayer. Cambiar pueden sus gentes, que el
alma de la Villa y El Rastro madrileño continuarán igual. El Rastro es una estampa bulliciosa y sencilla en donde vende al peso Madrid, toda su sal. 

I

“De Cascorro p’al Portillo
baja el Rastro de Madrid
el que pierda algún tornillo,
el que pierda algún tornillo
lo podrá encontrar allí…
El alma encuentra su “almario”
el embuste su verdad
El Rastro es el escenario
del dolor de la ciudad

(Estribillo)
Rastro madrileño
donde lo pequeño
adquiere valor
Rastro madrileño,
alegre y risueño,
cuadro de color
Viejas ilusiones
entre sus pregones
encuentra el fin.
Romántica estampa
del cuento y la trampa
de todo Madrid

II

La mañana dominguera
se convierte en almacén
de la gracia más chispera,
de la gracia más chispera
y el salero más fetén.
Mercado maravilloso
donde al primo de postín
le venden la piel del oso
del escudo de Madrid

(Al estribillo)



1 comentario:

  1. Te quiero Olga. Felicidades.
    Maestra exposición de la historia del rastro madrileño.

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