EL RASTRO MADRILEÑO
Como tantas veces recuerdo, mi padre
Enrique Ramírez de Gamboa “El Cipri”, le cantó a Madrid en todos sus rincones y
uno de ellos fue El castizo Rastro madrileño.
Antes de explicar qué llevó a mi
padre a componer la música de este garboso pasacalle sepamos algo más de uno de
los espacios más castizos de la Villa y Corte.
EL RASTRO,
tétrico nombre
Alrededor de 1497 se construye junto a
la Plaza de Cascorro, el Matadero viejo. Al transportar por aquella pendiente
las reses recién sacrificadas, se veía el rastro de su sangre, de ahí el
nombre... que no es más que un apodo ya que, en realidad se llama Ribera de
curtidores, de curtidores, de zapateros… en fin, oficios derivados de las
pieles de los animales de los que hasta se aprovechaba el sebo para hacer velas
por lo que también se instalaron fabricantes de cirios
Vamos a hacer un alto en el camino para
deleitarnos con la gracia de la actriz Tony Soler que, en una escena de la
película “La violetera”, nos canta “Soy castañera”, cuplé en el que se nombra
esta Ribera de Curtidores.
En el siglo XIX aparecen los traperos,
libreros y comerciantes de artículos de segunda mano. A finales del XIX sientan
sus reales los anticuarios y se establece desde entonces la costumbre de
rebuscar, seleccionar y comprar los objetos más curiosos, escasos y valiosos
que se pueda imaginar.
CASCORRO
Eloy Gonzalo
Indispensable es nombrar la plazuela que
está en la cabecera del castizo mercadillo, que en un principio se denominó
Plaza del Rastro, más tarde Nicolás Salmerón, político y filósofo y ya en el
siglo XX, Plaza de Cascorro erigiéndose en 1902 una estatua esculpida por
Aniceto Marinas en recuerdo de Eloy Gonzalo, un soldado criado en la Inclusa de
este barrio y que se hizo famoso en Cuba por hacer volar un polvorín en el
pueblo de Cascorro. Curiosamente, Eloy Gonzalo es el único madrileño que tiene
en Madrid calle y monumento
ENCUENTRO EN EL CAFÉ VARELA
A principios de los años 60 del pasado
siglo, actuaban mis padres, junto a la pianista Magda Martín en el Café Varela
Era este café lugar de cita de la
intelectualidad de la época: Serrano Anguita, Alberto Insúa, Emilio Carrere,
Joaquín Dicenta, Álvaro Retana, Manuel Martínez Remis… Este último poeta se
hizo muy amigo de mi padre y, uniendo sus talentos, compusieron el precioso
pasacalle protagonista de la entrada de hoy.
Manuel Martínez Remis, madrileño como mi
padre, fue un excelente escritor, guionista de radio y cine pero, sobre todo,
fue poeta desde el primer hálito de vida hasta el último. Nació en 1911 y
falleció en 1989.
El Rastro madrileño, y los que me han
visto, lo pueden corroborar, siempre me emociona… su letra es tan descriptiva,
emotiva y alegre y ¿qué decir de la música que mi padre supo poner a cada
verso?
Y ahora, si les parece, vean y escuchen a una servidora cantar el pasacalle.
RASTRO MADRILEÑO
Pasacalle
Letra: Manuel Martínez Remis
Música: Enrique Ramírez de Gamboa
Recitado
(Enrique Ramírez de Gamboa)
El Rastro madrileño, gracias del regateo, será siempre el mismo
Rastro del sainete de ayer. Cambiar pueden sus gentes, que el
alma de la Villa y El Rastro madrileño continuarán igual. El Rastro es una estampa bulliciosa y sencilla en donde vende al peso Madrid, toda su sal.
El Rastro madrileño, gracias del regateo, será siempre el mismo
Rastro del sainete de ayer. Cambiar pueden sus gentes, que el
alma de la Villa y El Rastro madrileño continuarán igual. El Rastro es una estampa bulliciosa y sencilla en donde vende al peso Madrid, toda su sal.
I
“De Cascorro p’al Portillo
baja el Rastro de Madrid
el que pierda algún tornillo,
el que pierda algún tornillo
lo podrá encontrar allí…
El alma encuentra su “almario”
el embuste su verdad
El Rastro es el escenario
del dolor de la ciudad
(Estribillo)
Rastro madrileño
donde lo pequeño
adquiere valor
Rastro madrileño,
alegre y risueño,
cuadro de color
Viejas ilusiones
entre sus pregones
encuentra el fin.
Romántica estampa
del cuento y la trampa
de todo Madrid
II
La mañana dominguera
se convierte en almacén
de la gracia más chispera,
de la gracia más chispera
y el salero más fetén.
Mercado maravilloso
donde al primo de postín
le venden la piel del oso
del escudo de Madrid
(Al estribillo)
Te quiero Olga. Felicidades.
ResponderEliminarMaestra exposición de la historia del rastro madrileño.