Diseño del blog y montaje de imágenes/ fotografias y videos : Mar Buelga. Textos: Olga María Ramos y colaborador@s

domingo, 17 de abril de 2016



PASEANDO POR MADRID



LLUEVE EN MADRID 
Almografía de Patricia Llaneza

Con una imagen de lujo de la "almógrafa" Patricia Llaneza, nuestra amiga “Octogenial”  María Isabel Martínez Cemillán, nos brinda su acertadísima visión de la Gran Vía Madrileña.

DE PASEO POR LA GRAN VÍA

Antes de adentrarnos en esta preciosa calle, vean  un vídeo que se hizo con motivo del centenario de la castiza vía madrileña. Fuimos 100 los que contamos lo que para nosotros es la Gran Vía.





LA GRAN VÍA (1)
María Isabel Martínez Cemillán

Avenida singular, moderna, comercial, muy populosa, comienza en la calle de Alcalá, junto a la iglesia de San José y finaliza en la Plaza de España.
A finales del siglo XIX, nuestra capital aspiraba a tener un eje que facilitara la comunicación entre el Este y el Oeste de la Villa, dos nuevos barrios en plena extensión, Salamanca y Arguelles, sin tener que atravesar el dédalo de callejuelas estrechas y tortuosas del viejo Madrid. En 1886 el arquitecto Velasco, traza un proyecto que se expone al público y origina una gran controversia, hay que derribar numerosos edificios vecinales, un gran problema que inspirará a Federico Chueca para crear su famosa zarzuela “La Gran Vía” con tan gran éxito que hoy día aún se sigue representando.



Partitura de la Gran Vía

En 1898 el Ayuntamiento da luz verde al proyecto y encarga a los arquitectos municipales López Sallaberry y Octavio Palacios lo revisen y aprueben, pero como los problemas vecinales continuaban, las obras no comienzan hasta el 4 de abril de 1910 en que el rey Alfonso XIII “ con una piqueta de plata regalo del Ayuntamiento golpea la primera casa a derribar, llamada la Casa del Cura porque era donde vivía el párroco de San José, dando comienzo a las obras”


Don Alfonso XIII piqueta en mano

Las expropiaciones forzosas generan multitud de protestas y actos violentos a pesar de que los solares se pagaban a 75.000 pts., unos con otros, que se repartían entre los perjudicados, la financiación era tan escandalosa, 29.000.000pts. que costó Dios y ayuda conseguirla y obligó que el proyecto se realizara en varias fases, siendo la primera desde la calle de Alcalá hasta la Red de San Luis, 1910 – 1917, sin la menor duda, la más bonita y armoniosa, con edificios sólidos y decorativos, algunos “estilo montañés”, galerías con arcos, cerámicas y preciosa rejería, otros lujosos y muy ornamentados, “modernismo ecléctico”.



La Gran Peña

Gran Vía, 2, CASINO LA GRAN PEÑA, club privado, elitista, 1917, tuvo tanto éxito en sus primeros tiempos que llegó a rivalizar con el Círculo de Bellas Artes, siendo muy celebradas las “puestas de largo” de la alta sociedad y los brillantes bailes de Carnaval.
Peñistas recordados, Canalejas y José Calvo Sotelo. Enfrente, EDIFICIO UNIÓN Y EL FÉNIX,  compañía de seguros, estilo francés "pompier”, elegante, rematado con una cúpula de pizarra con motivos metálicos revestidos de pan de oro y sobre ella una escultura de Ganímedes sobre un ave Fénix, distintivo de la compañía. Cuando a principios de los años 70 lo compra METRÓPOLIS, la escultura es reemplazada por una Victoria alada, obra de Coullot Valera. Fue el edificio más alto de Madrid hasta 1921, icono de la Gran Vía, inmortalizado por el pintor Antonio López, aunque en realidad tiene la entrada por Alcalá y Caballero de Gracia, porque Gran Vía, 2, es el EDIFICIO GRASSY, 1917, al decir de Pedro de Répide, el mejor cronista de la Villa,  “ de tan mal gusto que parece una tarta nupcial con ramillete y todo” En 1952, se instala el relojero suizo Grassy presentando en Madrid los relojes de “alta gama”, da nombre al edificio y crea un museo dedicado a la historia del reloj.
Sigamos, Gran Vía, 13, CENTRO CULTURAL DE LOS EJÉRCITOS, más conocido como CASINO MILITAR, 1916, gran puerta de entrada en el chaflán, escudo-lema y modernísima  marquesina de hierro y cristal absolutamente novedosa en su época. Su interior, sólo para socios, ofrece una biblioteca con miles de ejemplares, incluso un incunable, la escuela de esgrima más antigua de Europa, salón de baile y gimnasio.


Casino Militar

Desde hace unos años, restaurante abierto al público. Parte de la fachada pertenece a la calle Virgen de los Peligros, nombre legendario. En esa calle estaba un convento de monjas donde se veneraba una imagen de la Virgen traída de África, en el patio había un gran pilón que comunicaba con un canalillo que, a su vez, desembocaba en el Arroyo de Recoletos, el pilón estaba cubierto por unas tablas  sobre las que un día saltaba una niña de cinco años hija de la mandadera de las monjas, las tablas se rompen, la niña cae al pilón y desaparece la madre clama a la Virgen “!Sálvamela de tan grandes peligros!” la pequeña queda atrapada antes de caer al canal y pueden sacarla sana y salva,  y comienzan a llamar Virgen de los Peligros y cuando muchos años después el convento es derribado, la calle toma su nombre.


Oratorio de Caballero de Gracia 

Hagamos un alto en el camino para escuchar el precioso vals "Caballero de Gracia" de la Zarzuela "La Gran Vía" de Federico Chueca




Y ahora, sigamos el paseo

Gran Vía, 17, ORATORIO CABALLERO DE GRACIA, una joya escondida obra de Juan de Villanueva, con doble fachada, a la calle de su nombre, la entrada principal y en la posterior, viviendas de los capellanes y dependencias que hubo que derribar para alinear la nueva calle construyendo una fachada-telón con entrada al templo, bastante anodina hasta que en 1991, el arquitecto Feduchy alza un arco triunfal abierto que permite ver la cúpula original, auténtico remanso de paz en la concurrida calle que desemboca en la Red de San Luis, curioso nombre que alude a tiempos remotos en los que dos veces en semana los panaderos del pueblo de Hortaleza, alabados por su buenísimo pan, montaban sus puestos cerca de la hermosa iglesia de San Luis, quemada en el 36, cercándolos con una especie de red de gruesas cuerdas, que acabó dando nombre al lugar.



Metro de la Red de San Luis


En plena Red de San Luis estaba una de las primeras estaciones del Metro, situada a tan gran profundidad que precisó un ascensor, ubicado en vistosa y moderna marquesina de hierro y cristal operativa hasta 1970. Cuando se remodela la zona  y se quita la marquesina, los descendientes del gran Antonio Palacios, su autor, reclaman esa pequeña gran obra de arte urbano, y se la llevan a Porriño, pueblo natal del arquitecto.
 Pero volvamos atrás porque desde la GRAN PEÑA, además de notables edificios de viviendas y oficinas, rematados la mayoría con los templetes tan de moda,  y variopinto comercio en los bajos, estaba, está, el BAR CHICOTE, establecimiento señalado del Madrid de mediados del siglo XX. Pedro Chicote, popular Perico Chicote, ejemplo de de trabajo, sana ambición y afán de superación, entró con 17 años en el Hotel Ritz como ayudante de bar, pronto pasa a “barman” puesto que tiene que abandonar para incorporarse al ejército en la guerra de África, donde le nombran jefe de cantinas, a su vuelta regenta el Bar de las Cortes y, consciente de su popularidad, decide montar un establecimiento propio en el nº 31 de la calle.



Los Príncipes de Mónaco, Gracia y Rainiero con el popular barman Perico Chicote


Éxito total, como recuerda Agustín Lara en su chotis Madrid “ el bar Chicote se convirtió en un lugar postinero con la crema de la intelectualidad, la política y el cine del mundo entero”



Perico Chicote y Agustín Lara




Chótis Madrid. Cantan Olga Ramos y Olga María Ramos


Lo frecuentaron desde Grace, Rainiero y Soraya, José Antonio Primo de Rivera y ¡La Pasionaria! (existen fotos que lo atestiguan), Hemingway, Ava Gardner, asidua cliente …



Ava Gadner, "El animal más bello del mundo"

 Sofía Loren,  Alfredo di Stéfano,  Alexander Fleming, al único que regaló una de sus botellas a un larguísimo, interminable etc, etc.  




Alfredo Di Stefano


En 1947, inaugura su Museo de Botellas, iniciado con el regalo del embajador de Brasil de una exótica bebida que aumentará hasta 20.000 botellas  de todos los países, la más antigua, un licor holandés de 1575, un tesoro único por el que Onassis le ofreció 30.000.000 ptas. oferta que Chicote desestimó, su Museo no tenía precio.



MUSEO CHICOTE

Y así hasta el 25 de diciembre de 1977 en que muere, fatídica casualidad, el mismo día y casi a la misma hora que Charles Chaplin, el mundo entero lloró a “Charlot” y el todo Madrid, sin excepción, despidió emocionado a Pedro Chicote, un “The End”, muy cinematográfico, para un Madrid de la “belle èpoque”, que despedía a una ciudad  caduca y pobretona con la llegada de la arteria más moderna del siglo

FOLLETO DE "CHICOTE"



                                                                                               (Continuará)       

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