OLGA RAMOS "Las Glorietas"

Nuestra amiga Lourdes Franco Bagnouls le dedica a Olga Ramos esta maravillosa Semblanza, con motivo de la visita anual a las glorietas. Esperamos que os guste.

Olga Ramos

En ningunas manos tuvo el cuplé mayor fortuna que en las de Olga Ramos. Olga y el cuplé eran una mezcla armónica de talento y buen gusto, de picardía y sensualidad, de interpretación y sentimiento. Para Olga Ramos el cuplé fue una pasión, pero también un deber.

Exigente con los demás y consigo misma, hizo de la interpretación a dos voces: la de su violín, por una parte, y la que salía majestuosamente modulada de su garganta, un verdadero concierto sinfónico.

"El descanso de su voz"

Cada cuplé era particular: pensado, estudiado, diseccionado por ella frase a frase, y casi podría decirse sílaba por sílaba, se iba construyendo de manera tal que salía no solamente renovado, sino recreado de forma magistral de cara a un auditorio que agradecía con el cálido entusiasmo de su aplauso, el esfuerzo que se le brindaba en cada actuación.

Y como mejor que decirlo es verlo, os regalamos dos cuplés interpretados por Olga Ramos.

                         
                    

¿Una delicia, verdad?

Olga María repite una y otra vez en distintos foros: “mi madre se reinventó el cuplé”
¿Cuál es el alcance real de esta afirmación? en el verbo “reinventar” está la clave: al actualizar el cuplé sin alterar su esencia Olga Ramos lo enriqueció, lo vistió de gala; matizó su picardía, agilizó su ritmo, profundizó en su hondo valor sentimental; conmovió al público hasta la risa y hasta el llanto, hizo del cuplé un hito en el mundo de la tradición lírica española y lo dotó de nueva vida. Las grabaciones antiguas de las grandes cupletistas de principios de siglo resultan ñoñas, planas, carentes de vigor ante el portento de la nueva interpretación emprendida por Olga Ramos.
 Esa mujer extremeña que llegó a Madrid para quedarse aquí, encontró en la capital de España el amor inconmensurable de un hombre veraz y sensible curtido en el dolor y en la tragedia, que le entregó su amor sin condiciones, sin fronteras...

Olga y Enrique

Orquesta "Olga" en uno de sus veranos en "El Universal de Vigo", siempre acompañada de su familia
vemos a su lado a "Su Cipri" y a la derecha agachadita junto a su perrita "Pandora" a su hija Olga María

(Pero conozcamos un poco más al Cipri, Don Enrique Ramírez de Gamboa, compañero, amigo, cómplice de la Ramos, aquel amor abnegado que decidió ser la sombra de la artista a pesar de poseer también un arte incomensurable) a través de esta breve entrevista en el mítico concurso de tve: " 1,2,3 , responda otra vez..." en donde podemos disfrutar tambien de Olga Ramos y "Las tardes del Ritz")

                      

Olga María Ramos, digna heredera de sus padres

Esa dama que construyó con él el bastión de una familia, de una hija que es su mejor obra, su mejor cuplé, porque en ella se encarnan los atributos de un padre excepcional y de una madre única, vivirá por siempre no sólo en la placa de esta glorieta, que servirá sin duda para evocar en las viejas generaciones una época dorada, y en las nuevas, la capacidad de inquirir por un pasado rico, contenido en las cuatro breves, sonoras, evocadoras letras de un nombre: Olga, y de un apellido que recuerda todas aquellas flores que desfilan por las partituras del cuplé o de un pasacalle: violetas de suave aroma, o nardos de inmaculada blancura: Ramos; vivirá también en la historia de la música española y en la tradición de una ciudad que intuye, apenas, el tesoro excepcional que se halla detrás de este nombre evocador.
Nombre que debe brillar no sólo aquí, sino en los anales de la tradición lírica del mundo de habla hispana.