Olga María Ramos en México: Crónicas desde el Valle del Anáhuac (I) por Lourdes Franco Bagnouls

Desde México, nuestra catedrática "de cabecera", colaboradora y amiga Lourdes Franco Bagnouls, nos envía esta maravillosa crónica de lo acontecido el pasado día 24 de septiembre en la que fue la primera presentación de Olga María Ramos en su viaje a México.

Como Cuculcán, la serpiente emplumada, que cada año cumple puntual con su cita de descenso por los costados de la escalinata de la pirámide de Chichenitzá, Olga María Ramos ha regresado a tierras mexicanas para inundar con su arte luminoso los foros donde se presenta.
Más artista –si cabe- a medida que el tiempo pasa, como los buenos vinos, Olga María se perfecciona y se supera a sí misma. Cada cuplé, cada chotis adquiere en el crisol de su garganta su forma exacta, su cadencia ideal, su dimensión más castiza.
Me corregiría, sin duda suave, pero contundente, si yo afirmara que nadie ha interpretado un cuplé como lo interpreta ella: “¡mi madre ha sido y será insuperable!” me diría.

Olga Ramos, "se reinventó el cuplé"

Pero ahora que no escucha yo pensaría en voz alta: “sí, doña Olga Ramos hizo del cuplé un objeto artístico, le dio el estatus que el género merecía, lo dignificó y, como dice su hija, “lo reinventó”; pero en este siglo que no acaba de encontrar la ruta más definitoria de su naturaleza, que vuelve a las viejas formas para romperlas, que ensaya, que busca sin encontrar, que imita y reitera envuelto en esta vorágine que se llama posmodernidad, acercarse a una expresión auténtica, palpitante y perfecta como lo es cada canción salida de la garganta de Olga María, es además de un privilegio, la certidumbre de que se está frente a un milagro: el milagro de la excelsitud vuelta canción.




Pero aquellos que no hayan tenido el privilegio de verla actuar en vivo y tan sólo conozcan su voz atrapada en los modernos artilugios electrónicos nunca podrán hacerse una idea cabal de lo que verla actuar significa: gracia, prestancia, donaire, finura… Arte, en una palabra arte de la más pura cepa.

Agustín Lara

Olga María ha vuelto, decía, a este valle del Anáhuac para consolidar puentes entre las dos orillas. Varios han sido y son sus propósitos: Actuar, impartir una conferencia y presentar un libro del que ella es centro, modelo, vía de inspiración y motivo central; en ese orden se darán los acontecimientos y en ese orden los iremos narrando puntualmente.

Ayer tuvo lugar en la residencia magnífica de Vianey Lárraga, Musa del gran compositor veracruzano Agustín Lara, una reunión, que como todas las que suele haber en esa casa, destiló arte y bohemia, buen gusto y calidez.

Vianey Lárraga y Agustín Lara Jr, en su última visita a Madrid en los estudios
de es.radio. 

La anfitriona envuelve a todos los asistentes en su dulce cobijo de manera tal que no hace falta ni siquiera el primer trago para sentirse ya en familia; allí todo fluye con naturalidad, todo se encabalga en el mágico espacio de la música: charlas, encuentros, actos de reconocimiento al talento universal, todo ello en la más difícil de todas las artes: la naturalidad. ¿El motivo central de esta reunión?

De izquierda a derecha:
Olga María Ramos, Vianey Larraga, Maxine (periodista de la televisión mexicana y el galardonado
con la Medalla Agustin Lara  y el premio Olga Ramos Octogenial 2013 don Rogerio Azcárraga, en un momento de la entrañable velada

La entrega de la medalla Agustín Lara, que también posee orgullosamente Olga María, a uno de los pilares de la industria radiofónica mexicana: don Rogerio Azcárraga.

Medalla de Agustín Lara

(Aquí podéis leer una de las notas de prensa que han aparecido en el páis azteca con motivo de este galardón) 
Medalla Agustín Lara a Don Rogerio Azcárraga

Premio Olga Ramos "Octogenial"

Pero ese no fue el único reconocimiento que recibió el ilustre mexicano; por decisión de Olga fue distinguido también con el premio Olga Ramos “Octogenial”, presea con la que se reconoce la trayectoria de quienes han sobrepasado los ciento sesenta lustros y cuya vida ha sido ejemplo de tesón y productividad, hombres y mujeres que han legado al mundo del arte su entrega y su talento sin reticencias y sin cortapisas.
(En unos días colgaremos fotografías y haremos una entrada del emocionante acto de entrega y del perfil del galardonado)

Rogerio Azcárraga. Premio Olga Ramos 2013

Allí Olga María hizo gala de esa forma tan única y especial que posee de interpretar la música del maestro Lara; el chotis Madrid adquirió en su garganta el verdadero sentido que su autor quiso darle porque nadie como las Olgas ―madre e hija― para imprimir a esa pieza la galanura de una ciudad que se entrega generosa y desprendida al visitante con todos los dones que posee.

(Hagámos una idea de como suena la más madrileña creación de Agustín Lara en la voz de Olga María Ramos en la presentación de su disco en la Sala Clamores hace casi un año) 



Después, el público asistente se emocionó escuchando la propia voz de don Agustín en dúo mágico con una Olga que, sumisa, solicita con una voz susurrante el permiso para cantar a dúo con aquella leyenda; entonces, el tiempo se detiene, los cielos se abren y el prodigio se efectúa: en sintonía perfecta la mancuerna Lara-Ramos inunda el espacio con sus voces perfectamente acopladas venidas de una dimensión arcangélica en la que todo es posible para cantar Farolito.

Escuchemos... 

                     


Más tarde, el cuplé y el chotis salieron a escena y con ellos los mantones, las boas y las violetas. Olga estaba inspirada: de su pecho y su garganta surgieron el Tápame y Las tardes del Ritz, Firulí, firulá y El Relicario.
 
Quizás esos momentos fueron algo así, aunque este video sólo servirá de muestra ya que si Olga Ramos reinventó el cuplé, Olga María se reinventa en cada una de sus actuaciones. Ninguna de ellas es distinta. Escuchemos este :"¡Tápame!

                         


Con esa versatilidad que sólo ella puede hacer correr por un escenario pasando sin dificultad de la picardía más fina al dramatismo más total. Acompañada por Rodrigo de la Cadena, joven de talento singular.

Rodrigo de La Cadena

(¿Os apetece escuchar aquí  a este jovencísimo virtuoso?, pues aquí lo tenéis... 
Disfrutad de este vídeo en donde se nos presenta a este joven, gran artista...)

 

También hubo un recuerdo para la
recientemente fallecida: Sara Montiel

Olga conmovió e impactó a un público heterogéneo formado por jóvenes y adultos mayores que aplaudieron por igual con entusiasmo a esa cupletista que con singular maestría trae al presente sin dificultad, porque para eso es una gran artista, un mundo que huele a las violetas que pregona en medio de las notas excelsas de aquella melodía del Maestro Padilla que en esta ocasión estuvo dedicada a quien hace apenas cinco meses adquirió con justicia carta de inmortalidad: Sara Montiel.

¡Ay, Cipriano!. Dibucuplé. ©Mar Buelga 2010


Una historia castiza y llena de colorido antecede al “Cipriano” que irrumpe en aquella reunión con todo el sabor del Madrid clásico de verbenas y chulapos. 

Escuchemos este castizo chotis en otra de las actuaciones de nuestra Olga. ¿verdad que os apetece?, En este caso con la grabación realizada por play tv.com desde el Teatro Prosperidad de Madrid, cita obligada al para los amantes del género cada viernes a las 19:00 horas, desde hace ya tres temporadas.   

                               


La noche estaba completa: El tiempo se había vuelto atrás, la geografía había dado un vuelco y en este México del siglo XXI se había abierto un paréntesis excepcional que dio cabida a un mundo sempiterno que surge con toda su grandiosidad y su pujanza de las mágicas manos de Olga María Ramos.

México y España, España y México unidos por el cuplé.

En nuestras próximas entradas continuaremos informando de más eventos, conferencias y presentaciones de nuestra Olga en México...