Diseño del blog y montaje de imágenes/ fotografias y videos : Mar Buelga. Textos: Olga María Ramos y colaborador@s

miércoles, 18 de mayo de 2016

OLGA MARÍA RAMOS EN EL ATENEO DE MADRID





CUPLÉS EN EL ATENEO A BENEFICIO DE LA ASOCIACIÓN LAS NIEVES

Por segunda vez en poco más de un año, y por la misma causa, volví a actuar en el Ateneo madrileño. 


La evocación al Cuplé lo inundó todo. Al piano mi gran pianista Pablo Jiménez.
En la sala casi completa (pese al puente de San Isidro y un importante partido de fútbol) esperaba un público extraordinario con el que inicié un viaje a la Belle Epoque, sin necesidad de abrir puerta alguna en el Ministerio del Tiempo.  






Hacia la mitad del concierto, leí la siguiente carta: 

Buenas tardes mamá, aquí me tienes, en el escenario fastuoso del Ateneo madrileño donde, en los tiempos de su fundación, las mujeres no podíamos entrar siendo una excepción una de nuestras colegas, la sin par Fornarina ¡Fue la revolución! 







En fin, no es este el motivo de mi carta.
Estoy recordando las infinitas veces que te vi a lo largo de mi vida: primero en aquel Café de la Puerta del Sol



o en el Universal de Vigo. Y ya más tarde, en tu alegre otoño, en Las Noches del Cuplé. 


LAS NOCHES DEL CUPLÉ 

Despertabas en mi tanta pasión que no me cansaba de escucharte y sin darme cuenta, iba calando en mí tu legado ¡Qué gran aprendizaje! ¡Qué privilegio! 


LAS OLGAS

Nadie como tú para embrujar con el chotis, dándole prestancia, majestuosidad, finura… sin restarle un ápice de chulería. 


La fina chulería de Olga Ramos

¿Y el cuplé…? Lo elevaste a lo más alto y me enseñaste a amarlo, a respetarlo, a mimarlo… y fue tan grande mi enamoramiento que decidí investigarlo para, guiada de tu magnífico ejemplo, enaltecer a aquellas grandes diosas del cuplé: La ya nombrada Fornarina (tan deliciosa), la intensa Raquel Meller,


RAQUEL MELLER

 la pícara Chelito 


LA BELLA CHELITO

la cultísima Aurora Jauffret La Goya…  


LA GOYA

Mujeres valientes que a fuerza de arte alcanzaron las estrellas… 


RETANA, GRAN CONOCEDOR DE AQUELLAS ESTRELLAS

Por eso, cuando alguien las utiliza en su propio provecho, desvirtuando la realidad, ensuciando de vulgaridad su recuerdo, pienso que en toda época hubo buenos y malos, elegantes y zafios y que el tiempo pondrá a cada cual en su lugar. 

¡Cuánto me legaste pero, a veces, qué agridulce es la carga…!

Por último mamá, también me hiciste amar a los animales, tú y papá. Recuerdo que decías: “Quien no ama a los perros, no sabe del placer que se priva”; en eso la Meller también era de las nuestras: “Siempre habrá un perro abandonado que me impida ser feliz…!”


MI GATO PIROPO Y YO

Y ahora mamá, cantemos “Evocación”...





ALMOGRAFÍAS DE PATRICIA LLANEZA:

TARDE DE CUPLÉ EN EL ATENEO

LA JAVA DE LAS VIUDAS
             
BATALLÓN DE MODISTILLAS

MANTONES AGUARDANDO...

LA VIOLETERA

CON EL CABALLERO "PULVERIZANTE"







EL PULVERIZADOR






                                                    
CONTRATACIÓN DE CONCIERTOS
Y CONFERENCIAS CANTADAS EN: 
www.olgamariaramos.es

martes, 10 de mayo de 2016

MADRID EN FIESTAS



MADRID EN FIESTAS

OLGA RAMOS Y LAS VISTILLAS

Cada año, cuando llegaba San Isidro, Olga Ramos abandonaba su exclusivo local de la Calle de la Palma para subir al escenario de Las Vistillas y en ese entorno castizo y bullanguero Olga, por la magia de su arte, lo convertía en “Las Noches del Cuplé”.




La Ramos (¡cuántas veces se lo escuché decir!) consideraba ese escenario su trono y, sin duda, el pueblo que acudía a admirarla, la creían su Reina.
¡Pero qué madrileña se sentía, aun habiendo nacido en Badajoz…! Y en ello tuvo mucho que ver mi padre Enrique Ramírez de Gamboa, castizo hasta los tuétanos, pinturero como el Julián de la Paloma, gato como Felipe, protagonista de la Revoltosa y sobre todo Cipriano…




Pero… ¿si se llamaba Enrique, por qué todos le recordamos como “Cipri”?




ENRIQUE RAMÍREZ DE GAMBOA, “EL CIPRI”

Pudiéramos decir que el chotis de Martínez Abades “¡Ay, Cipriano!” es el culpable, bueno, él y la imaginación de Olga Ramos.
Me contaba mi madre que había tanta similitud entre mi padre y el protagonista del famoso chotíbiris que empezó a llamarle Cipriano, al tiempo que creaba ese irreal personaje.
Sobre este asunto hay una curiosa historia:
Mi padre, retirado ya de la profesión de músico, no acudía a Las Noches del Cuplé, pero sabía del éxito de Olga y también sabía que ese “Cipriano” ficticio se había hecho tan popular que ni una sola noche mi madre dejaba de interpretarlo. Y empezó a sentir unos curiosos celos por el castizo Cipri y una noche…

PANTOMIMA

Se enteró que ella seguía triunfando
y pensó ir a verla, aunque disfrazado.
Por eso se puso cristales ahumados,
escondió su gorra y el pañuelo blanco
y en un rinconcito del café-teatro
esperó que hiciera su show anunciado.
Al salir, las luces medio se apagaron
mientras un gran foco le daba de plano.
El público, atento, quedó cautivado
aplaudiendo antes de haber comenzado.
Estaba radiante: su edad no era obstáculo,
ya que su presencia era un espectáculo.
Él la conocía, sabía su gancho,
su finura, su arte y también sus años.
¿por qué él, entonces, estaba acabado
si en el mismo ambiente se habían formado?
Algunos decían: ¡quien fuera El Cipriano!
El Cipriano era un mito forjado
que ella en sus canciones había creado.
Por eso al sentirse por él suplantado,
buscó la salida vencido y callado;
y al llegar a ella, pensó en su descargo
en el brusco trance de dar un portazo...
Y lo dio.  Tan fuerte, que todos miraron
clavando sus ojos en el mentecato.
Entonces, se puso la gorra de cuadros,
se anudó el pañuelo, se atusó el mostacho
y sacando fuerzas de su gran fracaso,
les dijo con sorna: “ ¡yo soy El Cipriano! ”
Al salir, la noche ocultó su llanto...

Enrique Ramírez de Gamboa, El Cipri

Mis padres se adoraban y admiraban profundamente, y el éxito de uno, era el gozo del otro por lo que, les puedo asegurar, que los versos:  

“¿por qué él, entonces, estaba acabado
si en el mismo ambiente se habían formado?”

no son más que es una licencia poética, sólo eso.

Y ahora el verdadero motivo de haber escrito esta entrada.

SI TE CASAS EN MADRID

Mi padre, como siempre digo, le cantó a Madrid en todos sus rincones “Solera de los Madriles”, “Torres de Madrid”, “El Rastro madrileño”, “Evocación”, “El Madriles” o un chotis que ha calado en el corazón de los madrileños de pro: “Si te casas en Madrid”. Un chotis que se ha hecho tan popular que se le declaró Himno de la Federación de Agrupaciones Castizas. Un chotis al que el Alcalde Álvarez del Manzano definió como el “chótis protesta”

Vamos a escucharlo antes de seguir con su historia… Grabación de Olga Ramos realizada en directo en Las Noches del Cuplé. No tiene desperdicio



UN CHOTIS “REVOLUCIONARIO”

Madrid ha tenido siempre cierta dificultad en que se mantengan sus tradiciones. ¡Vamos, que no han sido protegidas promocionadas, defendidas y amadas por quienes tenían la obligación de hacerlo! En los años 60 (fíjense si hace tiempo que esto ocurre) mi padre compuso este chotis pues pensaba: “Si en Valencia tienen Fallas y el encierro en San Fermín, que nos dejen, por lo menos, las verbenas en Madrid”.



Nati y Julio, madrileños de pro

La verdad es que a lo largo de los años, el empeño en hacer desaparecer las verbenas ha sido una constante (hubo cierta responsable de cultura que ya calificó al casticismo como cutre y casposo y que su propósito era hacerlo desaparecer) pero con el Pueblo no han podido. Las verbenas y nuestro chotis ha calado tan hondo que hasta estos pequeños han hecho su particular y encantadora versión


¡VIVA LA VERBENA!

Cuando llega San Isidro, San Antonio o La Paloma  la gente se echa a la calle a disfrutar de las verbenas, los espectáculos en las plazas, los churros, el chocolate… el chotis…

Madrid es una fiesta y yo, como las golondrinas, vuelvo cada año a Las Vistillas.
Os espero




¡VIVA MADRID QUE ES MI PUEBLO Y UN AGUJERITO, PARA SEGUIR VIÉNDOLO!

Y para los que lean esta entrada fuera de fecha, búsquenme en google




domingo, 17 de abril de 2016



PASEANDO POR MADRID



LLUEVE EN MADRID 
Almografía de Patricia Llaneza

Con una imagen de lujo de la "almógrafa" Patricia Llaneza, nuestra amiga “Octogenial”  María Isabel Martínez Cemillán, nos brinda su acertadísima visión de la Gran Vía Madrileña.

DE PASEO POR LA GRAN VÍA

Antes de adentrarnos en esta preciosa calle, vean  un vídeo que se hizo con motivo del centenario de la castiza vía madrileña. Fuimos 100 los que contamos lo que para nosotros es la Gran Vía.





LA GRAN VÍA (1)
María Isabel Martínez Cemillán

Avenida singular, moderna, comercial, muy populosa, comienza en la calle de Alcalá, junto a la iglesia de San José y finaliza en la Plaza de España.
A finales del siglo XIX, nuestra capital aspiraba a tener un eje que facilitara la comunicación entre el Este y el Oeste de la Villa, dos nuevos barrios en plena extensión, Salamanca y Arguelles, sin tener que atravesar el dédalo de callejuelas estrechas y tortuosas del viejo Madrid. En 1886 el arquitecto Velasco, traza un proyecto que se expone al público y origina una gran controversia, hay que derribar numerosos edificios vecinales, un gran problema que inspirará a Federico Chueca para crear su famosa zarzuela “La Gran Vía” con tan gran éxito que hoy día aún se sigue representando.



Partitura de la Gran Vía

En 1898 el Ayuntamiento da luz verde al proyecto y encarga a los arquitectos municipales López Sallaberry y Octavio Palacios lo revisen y aprueben, pero como los problemas vecinales continuaban, las obras no comienzan hasta el 4 de abril de 1910 en que el rey Alfonso XIII “ con una piqueta de plata regalo del Ayuntamiento golpea la primera casa a derribar, llamada la Casa del Cura porque era donde vivía el párroco de San José, dando comienzo a las obras”


Don Alfonso XIII piqueta en mano

Las expropiaciones forzosas generan multitud de protestas y actos violentos a pesar de que los solares se pagaban a 75.000 pts., unos con otros, que se repartían entre los perjudicados, la financiación era tan escandalosa, 29.000.000pts. que costó Dios y ayuda conseguirla y obligó que el proyecto se realizara en varias fases, siendo la primera desde la calle de Alcalá hasta la Red de San Luis, 1910 – 1917, sin la menor duda, la más bonita y armoniosa, con edificios sólidos y decorativos, algunos “estilo montañés”, galerías con arcos, cerámicas y preciosa rejería, otros lujosos y muy ornamentados, “modernismo ecléctico”.



La Gran Peña

Gran Vía, 2, CASINO LA GRAN PEÑA, club privado, elitista, 1917, tuvo tanto éxito en sus primeros tiempos que llegó a rivalizar con el Círculo de Bellas Artes, siendo muy celebradas las “puestas de largo” de la alta sociedad y los brillantes bailes de Carnaval.
Peñistas recordados, Canalejas y José Calvo Sotelo. Enfrente, EDIFICIO UNIÓN Y EL FÉNIX,  compañía de seguros, estilo francés "pompier”, elegante, rematado con una cúpula de pizarra con motivos metálicos revestidos de pan de oro y sobre ella una escultura de Ganímedes sobre un ave Fénix, distintivo de la compañía. Cuando a principios de los años 70 lo compra METRÓPOLIS, la escultura es reemplazada por una Victoria alada, obra de Coullot Valera. Fue el edificio más alto de Madrid hasta 1921, icono de la Gran Vía, inmortalizado por el pintor Antonio López, aunque en realidad tiene la entrada por Alcalá y Caballero de Gracia, porque Gran Vía, 2, es el EDIFICIO GRASSY, 1917, al decir de Pedro de Répide, el mejor cronista de la Villa,  “ de tan mal gusto que parece una tarta nupcial con ramillete y todo” En 1952, se instala el relojero suizo Grassy presentando en Madrid los relojes de “alta gama”, da nombre al edificio y crea un museo dedicado a la historia del reloj.
Sigamos, Gran Vía, 13, CENTRO CULTURAL DE LOS EJÉRCITOS, más conocido como CASINO MILITAR, 1916, gran puerta de entrada en el chaflán, escudo-lema y modernísima  marquesina de hierro y cristal absolutamente novedosa en su época. Su interior, sólo para socios, ofrece una biblioteca con miles de ejemplares, incluso un incunable, la escuela de esgrima más antigua de Europa, salón de baile y gimnasio.


Casino Militar

Desde hace unos años, restaurante abierto al público. Parte de la fachada pertenece a la calle Virgen de los Peligros, nombre legendario. En esa calle estaba un convento de monjas donde se veneraba una imagen de la Virgen traída de África, en el patio había un gran pilón que comunicaba con un canalillo que, a su vez, desembocaba en el Arroyo de Recoletos, el pilón estaba cubierto por unas tablas  sobre las que un día saltaba una niña de cinco años hija de la mandadera de las monjas, las tablas se rompen, la niña cae al pilón y desaparece la madre clama a la Virgen “!Sálvamela de tan grandes peligros!” la pequeña queda atrapada antes de caer al canal y pueden sacarla sana y salva,  y comienzan a llamar Virgen de los Peligros y cuando muchos años después el convento es derribado, la calle toma su nombre.


Oratorio de Caballero de Gracia 

Hagamos un alto en el camino para escuchar el precioso vals "Caballero de Gracia" de la Zarzuela "La Gran Vía" de Federico Chueca




Y ahora, sigamos el paseo

Gran Vía, 17, ORATORIO CABALLERO DE GRACIA, una joya escondida obra de Juan de Villanueva, con doble fachada, a la calle de su nombre, la entrada principal y en la posterior, viviendas de los capellanes y dependencias que hubo que derribar para alinear la nueva calle construyendo una fachada-telón con entrada al templo, bastante anodina hasta que en 1991, el arquitecto Feduchy alza un arco triunfal abierto que permite ver la cúpula original, auténtico remanso de paz en la concurrida calle que desemboca en la Red de San Luis, curioso nombre que alude a tiempos remotos en los que dos veces en semana los panaderos del pueblo de Hortaleza, alabados por su buenísimo pan, montaban sus puestos cerca de la hermosa iglesia de San Luis, quemada en el 36, cercándolos con una especie de red de gruesas cuerdas, que acabó dando nombre al lugar.



Metro de la Red de San Luis


En plena Red de San Luis estaba una de las primeras estaciones del Metro, situada a tan gran profundidad que precisó un ascensor, ubicado en vistosa y moderna marquesina de hierro y cristal operativa hasta 1970. Cuando se remodela la zona  y se quita la marquesina, los descendientes del gran Antonio Palacios, su autor, reclaman esa pequeña gran obra de arte urbano, y se la llevan a Porriño, pueblo natal del arquitecto.
 Pero volvamos atrás porque desde la GRAN PEÑA, además de notables edificios de viviendas y oficinas, rematados la mayoría con los templetes tan de moda,  y variopinto comercio en los bajos, estaba, está, el BAR CHICOTE, establecimiento señalado del Madrid de mediados del siglo XX. Pedro Chicote, popular Perico Chicote, ejemplo de de trabajo, sana ambición y afán de superación, entró con 17 años en el Hotel Ritz como ayudante de bar, pronto pasa a “barman” puesto que tiene que abandonar para incorporarse al ejército en la guerra de África, donde le nombran jefe de cantinas, a su vuelta regenta el Bar de las Cortes y, consciente de su popularidad, decide montar un establecimiento propio en el nº 31 de la calle.



Los Príncipes de Mónaco, Gracia y Rainiero con el popular barman Perico Chicote


Éxito total, como recuerda Agustín Lara en su chotis Madrid “ el bar Chicote se convirtió en un lugar postinero con la crema de la intelectualidad, la política y el cine del mundo entero”



Perico Chicote y Agustín Lara




Chótis Madrid. Cantan Olga Ramos y Olga María Ramos


Lo frecuentaron desde Grace, Rainiero y Soraya, José Antonio Primo de Rivera y ¡La Pasionaria! (existen fotos que lo atestiguan), Hemingway, Ava Gardner, asidua cliente …



Ava Gadner, "El animal más bello del mundo"

 Sofía Loren,  Alfredo di Stéfano,  Alexander Fleming, al único que regaló una de sus botellas a un larguísimo, interminable etc, etc.  




Alfredo Di Stefano


En 1947, inaugura su Museo de Botellas, iniciado con el regalo del embajador de Brasil de una exótica bebida que aumentará hasta 20.000 botellas  de todos los países, la más antigua, un licor holandés de 1575, un tesoro único por el que Onassis le ofreció 30.000.000 ptas. oferta que Chicote desestimó, su Museo no tenía precio.



MUSEO CHICOTE

Y así hasta el 25 de diciembre de 1977 en que muere, fatídica casualidad, el mismo día y casi a la misma hora que Charles Chaplin, el mundo entero lloró a “Charlot” y el todo Madrid, sin excepción, despidió emocionado a Pedro Chicote, un “The End”, muy cinematográfico, para un Madrid de la “belle èpoque”, que despedía a una ciudad  caduca y pobretona con la llegada de la arteria más moderna del siglo

FOLLETO DE "CHICOTE"



                                                                                               (Continuará)       

jueves, 24 de marzo de 2016

EL RASTRO MADRILEÑO





Como tantas veces recuerdo, mi padre Enrique Ramírez de Gamboa “El Cipri”, le cantó a Madrid en todos sus rincones y uno de ellos fue El castizo Rastro madrileño. 



Antes de explicar qué llevó a mi padre a componer la música de este garboso pasacalle sepamos algo más de uno de los espacios más castizos de la Villa y Corte.



EL RASTRO, tétrico nombre

Alrededor de 1497 se construye junto a la Plaza de Cascorro, el Matadero viejo. Al transportar por aquella pendiente las reses recién sacrificadas, se veía el rastro de su sangre, de ahí el nombre... que no es más que un apodo ya que, en realidad se llama Ribera de curtidores, de curtidores, de zapateros… en fin, oficios derivados de las pieles de los animales de los que hasta se aprovechaba el sebo para hacer velas por lo que también se instalaron fabricantes de cirios



Vamos a hacer un alto en el camino para deleitarnos con la gracia de la actriz Tony Soler que, en una escena de la película “La violetera”, nos canta “Soy castañera”, cuplé en el que se nombra esta Ribera de Curtidores.



En el siglo XIX aparecen los traperos, libreros y comerciantes de artículos de segunda mano. A finales del XIX sientan sus reales los anticuarios y se establece desde entonces la costumbre de rebuscar, seleccionar y comprar los objetos más curiosos, escasos y valiosos que se pueda imaginar.


CASCORRO


Eloy Gonzalo

Indispensable es nombrar la plazuela que está en la cabecera del castizo mercadillo, que en un principio se denominó Plaza del Rastro, más tarde Nicolás Salmerón, político y filósofo y ya en el siglo XX, Plaza de Cascorro erigiéndose en 1902 una estatua esculpida por Aniceto Marinas en recuerdo de Eloy Gonzalo, un soldado criado en la Inclusa de este barrio y que se hizo famoso en Cuba por hacer volar un polvorín en el pueblo de Cascorro. Curiosamente, Eloy Gonzalo es el único madrileño que tiene en Madrid calle y monumento

ENCUENTRO EN EL CAFÉ VARELA

A principios de los años 60 del pasado siglo, actuaban mis padres, junto a la pianista Magda Martín en el Café Varela




Era este café lugar de cita de la intelectualidad de la época: Serrano Anguita, Alberto Insúa, Emilio Carrere, Joaquín Dicenta, Álvaro Retana, Manuel Martínez Remis… Este último poeta se hizo muy amigo de mi padre y, uniendo sus talentos, compusieron el precioso pasacalle protagonista de la entrada de hoy.




Manuel Martínez Remis, madrileño como mi padre, fue un excelente escritor, guionista de radio y cine pero, sobre todo, fue poeta desde el primer hálito de vida hasta el último. Nació en 1911 y falleció en 1989.

El Rastro madrileño, y los que me han visto, lo pueden corroborar, siempre me emociona… su letra es tan descriptiva, emotiva y alegre y ¿qué decir de la música que mi padre supo poner a cada verso?

Y ahora, si les parece, vean y escuchen a una servidora cantar el pasacalle. 




RASTRO MADRILEÑO

Pasacalle


Letra: Manuel Martínez Remis


Música: Enrique Ramírez de Gamboa

Recitado
(Enrique Ramírez de Gamboa)

El Rastro madrileño, gracias del regateo, será siempre el mismo 

Rastro del sainete de ayer. Cambiar pueden sus gentes, que el
alma de la Villa y El Rastro madrileño continuarán igual. El Rastro es una estampa bulliciosa y sencilla en donde vende al peso Madrid, toda su sal. 

I

“De Cascorro p’al Portillo
baja el Rastro de Madrid
el que pierda algún tornillo,
el que pierda algún tornillo
lo podrá encontrar allí…
El alma encuentra su “almario”
el embuste su verdad
El Rastro es el escenario
del dolor de la ciudad

(Estribillo)
Rastro madrileño
donde lo pequeño
adquiere valor
Rastro madrileño,
alegre y risueño,
cuadro de color
Viejas ilusiones
entre sus pregones
encuentra el fin.
Romántica estampa
del cuento y la trampa
de todo Madrid

II

La mañana dominguera
se convierte en almacén
de la gracia más chispera,
de la gracia más chispera
y el salero más fetén.
Mercado maravilloso
donde al primo de postín
le venden la piel del oso
del escudo de Madrid

(Al estribillo)