Escultura de Platero, colocada delante de la Casa Museo de Juan Ramón Jiménez en Palos de Moguer (Huelva) |
Ricky Gary, nuevo colaborador del Blog
Como saben, esporádicamente, incluimos colaboraciones ajenas a mis narraciones habituales. En esta ocasión se trata de un delicado artículo firmado por Ricky Gary, excelente, intuitivo e inspirado compositor y pianista que suele acompañarme.
Pero sepamos quien es Ricky en esta breve pero intensa semblanza.
En Montevideo –su ciudad natal– estudió Piano, Armonía, Instrumentación, Técnica vocal y Musicología.
Durante quince años compuso música para teatro, televisión y cortos cinematográficos.
Ricky Gary |
En el extranjero, en Londres, Dublín, París, Mónaco, Agadir y Florencia. En la actualidad, continúa con su trayectoria pianística en Madrid.
Es columnista del periódico La Voz de Torrelodones y escribe narrativa.
Permítanme que se lo dedique a la editora de este Blog, la actriz e ilustradora Mar Buelga.
Precisamente, esta última faceta justifica la dedicatoria. Sé que le gustará…
DE PERAS, POEMAS Y ACUARELAS
Un artículo de Ricky Gary
El 2014, “Año Platero” –conmemorando el centenario de Platero y yo–, me recuerda una entrevista a Nati Mistral que vi hace años, navegando a la deriva por internet.
Como no quedaba tiempo para que la actriz recitase, arremetió con una quintilla que Lorca, en cierta ocasión, improvisara para Juan Ramón Jiménez.
Juan Ramón Jiménez, "padre literario" de Platero y premio Nobel en 1956 |
Federico García Lorca |
"Juan Ramón, cuando te mueras,
plantaré en tu sepultura
un peral que te dé peras;
que te dé peras maduras,
Juan Ramón, cuando te mueras"
Descubrí en Google una imagen de Platero y del escritor y, detrás de ellos… ¡un peral lleno de peras!
Le pedí a un amigo informático que intentara averiguar a quién pertenecía.
Platero y yo. ©Jesús Gabán. |
Me consiguió la portada del libro: "Estampas de Platero y yo", con un dibujo del mismo estilo del autor que yo buscaba.
Jesús Gabán, Ilustrador |
Después de ver en su web WEB DE JESÚS GABÁN, una premiada obra y una vastísima trayectoria internacional, le escribí al genial ilustrador madrileño para saber si la acuarela que me intrigaba era suya y si había colocado el peral allí por alguna razón especial. Tuvo la cortesía de contestarme enseguida: —“Efectivamente, la ilustración es mía. No es casualidad lo del peral".
El final del capítulo 39 de Platero y yo, dice: Aglae, la donadora de bondad y hermosura, apoyada en el peral que ostenta triple copa de hojas, de peras y de gorriones, mira la escena sonriendo, casi invisible en la transparencia del sol matinal. Por eso situé a Juan Ramón y al borriquillo delante de un peral.
No me extrañaría que también Lorca se fijara en este párrafo para componer la copla. ¡Qué mal le querían los de la Generación del 27 y, por otro lado, cuánto le debían!”
Al agradecer la respuesta, le pregunté si me permitía citar su nombre en este relato o prefería que me refiriera a él como “el ilustrador”. —“¡Claro que no importa que me menciones! –replicó–. Al contrario.
Prefiero mi nombre a “el ilustrador". ¡Bastante llevamos ya los ilustradores con ser los parientes pobres de la edición!
Manuscrito "Iluminado" de tipo religioso |
Manuscrito "Iluminado" .Primera página. |
Y pensé: en la Edad Media los ilustradores adornaban los manuscritos con oro y plata y no los consideraban acabados hasta haberlos “iluminado” (como se decía entonces).
¿No podría haberse continuado hasta hoy con la tradición de ilustrar y la consiguiente importancia del artista?
Los dibujos complementan una obra y el ilustrador se hace parte de ella.
©Montaje de las portadas Mar Buelga |
Seguí diciéndole a Gabán: —“Jesús… quisiera romper una lanza por Federico.
Tal como dices, los del 27 no miraban con buenos ojos a Juan Ramón.
Caricatura de los componentes de la Generación del 27.©Literaria web |
A mí no me suena ofensiva la coplilla del peral, sino espontánea, afectuosa, casi un homenaje.
O sin casi, porque él no plantaba en la tumba de Juan Ramón ni crisantemos ni una cruz ni una lápida con un lúgubre epitafio, sino un peral fecundo que diese peras maduras.
” El siguiente poema no es de los más populares de Federico, pero él lo dedicó expresamente al creador de Platero.
Y tanto, que lo tituló:
“Juan Ramón Jiménez”
¡Juzguen ustedes si no sentiría admiración por su colega!
En el blanco infinito, nieve, nardo y salina, perdió su fantasía.
El color blanco anda sobre una muda alfombra
de plumas de paloma.
Sin ojos ni ademán, inmóvil, sufre un sueño.
Pero tiembla por dentro.
En el blanco infinito,
¡qué pura y larga herida dejó su fantasía!
En el blanco infinito.
Nieve. Nardo. Salina.
Creo, decididamente, que Lorca, a pesar de prometer en su quintilla plantar un peral en la tumba del poeta, intuía al mismo tiempo que Juan Ramón no moriría jamás.
Primera edición de Platero y yo, dedicada por el autor a su querida esposa: Zenobia |
Tumba de Zenobia y Juan Ramón en el Cementerio de Moguer |
El cementerio, es el de Moguer. No existe el pueblo Palos de Moguer, Moguer es el pueblo donde nació Juan Ramón Jiménez y Palos de la Frontera, es de donde salió Cristobal Colón.
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