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| Rafael Martínez Simancas |
Los que tuvimos el privilegio de conocerte nunca olvidaremos tu gran capacidad, tu enorme corazón, tu generosidad sin límites que te hizo dejar que pasaran horas entrevistando a una cupletista como yo a la que acabaste definiendo como “cupletista de clausura”.
“Eres una cupletista de clausura” sentenciaste, mientras me regalabas una de tus magníficas sonrisas…
Quizás, esta ocurrencia se te ocurrió, valga la redundancia, al verme rodeada de mis recuerdos en el museo de Olga Ramos.
Un día me atreví a pedirte un prólogo para mi librito de poemas y, pese a tu escasísimo tiempo, me escribiste uno precioso que enriqueció el poemario.
El 2 de Mayo de 2010 nos encontramos en Sol en una de esas multitudinarias fiestas que organiza la Comunidad de Madrid.
Distinguirte era fácil, no sólo por tu estatura si no porque de tí emanaba como una luz interior que se te escapa en tu aguda mirada.
Te presenté a mi hija Olga. Algunos meses después te envié un mensaje diciéndote que a mi hija le habían diagnosticado linfoma de Hodgkin. Aquello te afectó mucho.
Pasado un tiempo me enteré que eras tú el que la sufría y enseguida te animé, mi hija estaba curada y sólo tendrías que librar algunas duras batallas para ganar esa guerra.
Te viste envuelto en esa vorágine inesperada pero como un valiente soldado, iniciaste la lucha por la supervivencia y, como periodista de raza, te embarcaste en la aventura de narrar lo que siente un enfermo al que le toca la china de esquivar a la muerte; así surgió “Sótano octavo”, relato no exento de humor que explica el proceso al que se enfrenta un enfermo, su relación con los médicos, con su colegas en la quimio y el durísimo trance de explicar a la familia la nueva situación.
(Aquí podéis ver una entrevista en la que explica como afronta esta dura enfermedad)
http://www.rtve.es/alacarta/videos/los-desayunos-de-tve/rafael-martinez-simancas-vida-leucemia/2374307/
Aunque no nos veíamos mucho, nunca perdimos el contacto ¿recuerdas aquella tarde en tu casa?
Llegué con algunas antiguas partituras y hablé de cuplés a tus hijos…
Luego, intercambiamos regalos: Tú me diste tu último libro: “Doce balas de cañón” y yo dejé sobre los hombros de tu hija una boa de plumas…
¡Qué asco de enfermedad, Rafa! ¡Qué traidora y aniquiladora!
Sin embargo, todo no se lo ha llevado la parca porque dejas un gran legado en tus reportajes, tus artículos, tus novelas… y un recuerdo permanente en los que ya nos sentimos huérfanos de tu amistad
Olga.
RAFAEL MARTÍNEZ SIMANCAS
Fue muy apreciado en la profesión periodística que reconoció su talento cuando en 2001 le fue otorgada la Antena de Oro, uno de los muchos reconocimientos que recibió a lo largo de su ahora tremendamente corta vida, cuando tenía aún tanto que dar…
Obviaré su espectacular curriculum como periodista y escritor inspiradísimo porque eso lo pueden encontrar en Internet aunque recomiendo especialmente su propia web o “la güé”, como la bautizó con su retranca cordobesa.
www.rafaelmartinezsimancas.com
Podeís leer la entrevista que me hizo y que fue publicada en el diario el mundo el 15 de noviembre de 2006 en el siguiente enlace: http://www.rafaelmartinezsimancas.com/?p=1075
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