¿Nos acompañan?
Madrid en su casco histórico o centro, puede parecer caótico, y para quien no conoce bien nuestra ciudad lo verá de esta manera, pero está dividido en zonas perfectamente diferenciadas, dentro de esta división hay zonas con gente más o menos acomodadas y en otras su habitantes son más humildes.
Pero nos vamos a centrar en los tres barrios más carismáticos y castizos de la Villa: Lavapiés, Maravillas, y Barquillo, con sus “manolos, majos y chisperos”.
(Escuchemos el célebre pasacalle de los Chisperos de la Calesera al violín de Olga Ramos, acompañada a la bateria por su hermana Beatriz Ramos y al piano por Magda Martín "Fortunata")
Lavapiés |
Una farmacia del barrio de Maravillas |
Calle del Barquillo |
MANOLOS, MAJOS, CHISPEROS
Madrileños jugadores de Brisca. Francisco Javier Ortego y Vereda |
Su diferencia era tan enorme, que si alguien se confundía, la cosa podía ser grave.
Se diferenciaban en los colores de sus trajes, en las redecillas, lazos, patillas, forma de peinarse y hasta en la forma de hablar y ocupaciones.
Por ejemplo los Manolos solían dedicarse al comercio, los majos preferían las milicias y los chisperos las aventuras.
Ramón de la Cruz (Manolo) |
Goya (Chispero) |
Tenemos dos madrileños de nacimiento y uno de adopción que puedes encajar en cada uno de los tres grupos: D. Ramón de la Cruz, era manolo, Goya, chispero, y Luis Candelas, majo.
Luis Candelas (Majo) |
El barrio de Maravillas siempre ha sido dicharachero y alegre, pero con señorío popular, sus mujeres eran menos alegres y más recatadas que en los otros dos barrios.
En Maravillas encontramos cuarteles, iglesias, hospicios y conventos, también a los majos les gustaba los bailes de salón.
Manolas con mantilla de blonda |
El barrio de Lavapiés o Avapiés donde los manolos no tenían rival, su nombre les venía por estar en esta zona la judería y la morería, y a los conversos se les obligaba a poner a su primer hijo el nombre de Manuel. En Lavapiés, los días de toros era enorme la algarabía y el bullicio por la noche.
Las manolas con mantilla de blonda y zapatos de raso, no dudaban en frecuentar bodegas donde se bailaban boleros y fandangos.
Ellos distinguidos, con patillas anchísimas y mechón caído sobre las cejas. Son hijos del pueblo, muchos estudian en el Instituto de San Isidro, pero no faltan los vagabundos y los pícaros, tipos esplendidos con aires de grandeza y un poquito perversos.
El barrio de Barquillo es la cuna de los chisperos, ya que en la zona había muchas fraguas, era el barrio más céntrico por estar más cercano a la calle de Alcalá.
Calle del Barquillo. Madrid Antiguo |
Eran sagaces y astutos ante las bromas de manolos y majos quienes los veían como señoritos atildados, posiblemente por su cercanía al Pinar de las Gómez o al Paseo del Prado.
En el s. XVIII, en esta zona empiezan las edificaciones importantes, en la calle de Belén está la casa de “Tócame Roque” y esquina a la calle del Almirante estuvo la primera “Cárcel Modelo”.
Placa de la casa de tócame Roque en la calle del Barquillo |
La casa de tócame Roque obra de Manuel García "Hispaleto" |
Para él, el gran día era el de la Romería de San Isidro y su Pradera.
La pradera de San Isidro de Francisco de Goya |
Tertulia de Pombo |
Ramón Gómez de la Serna en su "estudio" |
Sus restos reposan junto a Mariano José de Larra en la Sacramental de San Justo.
Larra y De la Serna reposan juntos en su última morada |
Madrid siempre ha estado marcado por tres grandes dones: Hospitalidad para todo el que viene aquí, Corazón para saber perdonar a los que tanto la han injuriado, y Agradecimiento a todos sus buenos hijos que tanto le han amado ¡Hasta pronto!
En Madrid nadie se siente forastero ...
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