Diseño del blog y montaje de imágenes/ fotografias y videos : Mar Buelga. Textos: Olga María Ramos y colaborador@s

miércoles, 9 de enero de 2013

El Realismo entre el Chotis y el Cuplé (1)

 Desde México nos llega una nueva colaboración de parte de L.F.B , ella nos da a través de la historia y la literatura otra manera de escuchar y entender el cuplé.


El Realismo es un movimiento literario nacido en Francia como reacción a la decadencia romántica durante la segunda mitad del siglo XIX. Sin embargo, no es en la Península Ibérica un género nuevo, ya que hurga en las hondas raíces de la picaresca española de los Siglos de Oro en pos de sus más auténticos caracteres, mismos que dotan al movimiento importado de allende los Pirineos, un espíritu absolutamente nacional.

Busto y retrato de Doña Emilia Pardo Bazán
 Benito Pérez Galdós en su etapa de madurez
En términos generales podríamos decir que realidad es todo aquello que se opone a lo sobrenatural y maravilloso; aquello que se refiere al mundo de lo tangible y comprobable, a la cotidianidad que regula la vida diaria de una sociedad. Quien mejor define la orientación estética que marca las pautas de la literatura de lo real es la gran escritora española Emilia Pardo Bazán en su libro La cuestión palpitante: “La literatura de la segunda mitad del siglo XIX, fértil, variada y compleja, presenta rasgos característicos —dice la autora— reflexiva, nutrida de hechos, positiva y científica, basada en la observación del individuo y de la sociedad, profesa a la vez el culto de la forma artística y lo practica no con la serena sencillez clásica, sino con riqueza y complicación”, y añade: “[escritores como] Galdós, desempolvan, limpian de orín y dan curso a frases añejas, pero adecuadas, significativas y hermosas”. El Realismo permea el arte en todas sus manifestaciones, no únicamente en la literatura, también en la pintura y en la música, sobre todo en aquella que se vincula con la experiencia popular.


El chotis, procede de Escocia
El chotis —que como bien aclara en sus doctas conferencias Olga María Ramos— tiene un origen ¡quien lo dijera!, escocés, narra con frecuencia hechos y experiencias relacionadas en forma directa con el aquí y el ahora de la masa que deambula a diario por las calles, aquella que trabaja y se divierte, la que ama y llora y se desgarra el alma. Tomaremos dos ejemplos muy significativos que muestran con claridad este bullir social que subyace en las historias contadas. El primero de ellos es el chotis titulado “Colón 34”, cuyo título es ya una muestra clara de lo que venimos afirmando: se trata de una dirección absolutamente real, tangible y comprobable ¿en qué ciudad de España o de cualquier país latinoamericano no existirá una calle dedicada al ilustre navegante? Tenemos ya un espacio perfectamente definible en términos de realidad y en ese espacio, una historia: la de una chica que sin apoyos masculinos, en el seno de una familia común, se ve en la necesidad de salir a la calle a ganarse honradamente la vida y se haya expuesta al acecho de innúmeros moscones que tratan de socavar su integridad moral.

Leopoldo Alas "Clarín"
Colón 34. Dibucuplé.©Mar Buelga 2010
 La mujer en la novela realista tiene un papel preponderante, véase si no el caso excelso de la novela de Leopoldo Alas, “Clarín”, La Regenta, que mutatis mutandis aborda también, como en el chotis de “Colón 34”, las vicisitudes a las que se enfrenta la mujer en una sociedad corrompida y licenciosa. Veamos la versión completa de este chotis, con acotaciones de pie de página, que hace Olga Ramos en una de sus geniales interpretaciones:

                           

Otro chotis —este aún más dramático— representativo de la escuela realista es “Rosa de Madrid”. También como en el caso de “Colón 34”, el título mismo ubica perfectamente en términos de realidad un espacio determinado: la ciudad de Madrid, y dentro de Madrid un barrio: Chamberí, y una historia en la que dos mujeres se ven involucradas.

Cartel del metro de Chamberi
Ambas están enamoradas del mismo hombre, una es la preferida, la otra, al verse despreciada, se suicida haciendo imposible la felicidad de la pareja de enamorados. Vemos en este chotis no sólo descripciones de espacio, también hay un prolijo recuento de las virtudes físicas de la protagonista además de una introducción hablada dedicada al “mantoncito de manila”.
 (Como los que atesoraba Olga Ramos y ahora cuida, mantiene y utiliza su hija Olga María, que ha añadido alguno más a la colección y podemos ver en la siguiente entrevista):

                          

Todos estos elementos abonan al verismo del chotis y a su clasificación dentro de la más pura escuela realista.

Rosa de Madrid. Dibucuplé.©Mar Buelga 2010

                             

El cuplé también incurre en los terrenos del Realismo; en algunas piezas de este género hay maravillosas descripciones de una sociedad en constante efervescencia que ríe, llora y se agita en el torbellino de sus miserias, de sus angustias y sus pasiones.
La chica del 17. Dibucuplé. ©Mar Buelga 2010

Un buen ejemplo es “La chica del diecisiete” que como bien puede observarse responde al mismo patrón marcado por “Colón 34”, es decir hay un espacio perfectamente delimitado, la Plaza del Tribulete y, —otra vez gracias a la sapiencia de Olga María Ramos— sabemos que la historia es real pero la chica no vivía en el 17, sino en el 13, pero por razones de rima hubo que cambiar el número. La protagonista escandaliza a las vecinas por su buen vestir, producto ciertamente de su no muy clara vida. Las descripciones del ajuar son, además de prolijas, maravillosas. La reiteración del refrán popular aterriza de manera precisa el ámbito social en el que se desarrolla la historia de este cuplé que escucharemos en la versión extraordinaria de la propia Olga María.

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