Diseño del blog y montaje de imágenes/ fotografias y videos : Mar Buelga. Textos: Olga María Ramos y colaborador@s

jueves, 10 de enero de 2013

LA FINA PICARDÍA DE LA FORNARINA

Consuelo Vello, "La Fornarina"
 UNA INFANCIA PASADA POR AGUA 

La mejor definición de La Fornarina, quizás nos la brindó el escritor D. Antonio Zozaya: “Esta mujer significa el pueblo aspirando a más alto espacio estético” En la calle de Areneros, actualmente llamada del Marqués de Urquijo, vino a nacer Consuelo Vello Cano el 28 de Mayo de 1.884.
Antigua Calle de Areneros, donde nació Consuelito

Preciosa, ¿No es cierto?


Su padre, Laureano Vello Álvarez, un modesto guardia civil procedente de la villa orensana de Destri; su madre, Benita Cano Rodríguez, lavandera y paisana de la Cervantina Dulcinea. Desde muy chica, Consuelo acompañaba a su madre al río Manzanares donde ésta relimpiaba otras ropas (además de las suyas) para ayudar a la economía familiar. ¡Cuántos fríos pasaron ambas al sumergir una y otra vez sus delicadas manos en las heladas aguas del aprendiz de río...! Por aquel entonces, y tras pasar una jornada entera lavando, ganaba Consuelo dos pesetas. La dureza del trabajo y el exiguo salario la obligaron, seguramente, a tomar otro rumbo.
El rio Manzanares en la época de La Fornarina

 La Fornarina, que transformó sus oscuros cabellos en rubia cabellera, era delicada y muy bonita.














Tenía una vocecita fina y armoniosa, inspiraba ternura en cuantos la conocían y también turbios pensamientos en los que la deseaban. La tentación de abandonar la miseria en la que estaba inmersa, quizás la movió a aceptar galanteos inconvenientes. De cualquier forma, los enemigos de La Fornarina fueron los hombres; y los hombres, al fin, los causantes de su prematura muerte. Mas no adelantemos acontecimientos.

Costurera, modelo de pintores, cortesana ocasional, La Fornarina aspiraba alcanzar la gloria. Y... se metió a corista.


DE LAVANDERA A CORISTA 

Allí, en el coro del teatro de la zarzuela, la descubrió el empresario del Salón Japonés, encantador recinto situado al principio de la calle de Alcalá.

Salón Japonés en la Calle de Alcalá (imagen de 1899)

 Consuelo se había autodenominado Flor de Té pero Javier Betegón, un inquieto periodista asiduo a la trastienda del local, la rebautizó como La Fornarina. No se sabe si se debió a su costumbre de acudir al Café Fornos o en recuerdo de una bella italiana hija de un panadero (que en italiano se dice fornos) y que, allá por el 1.509, fue amante de Rafael.

Retrato de una joven, en italiano Ritratto di giovane donna, es una pintura del artista renacentista italiano Rafael Sanzio, pintado en los años 1518-1519.¿Le pondrían el nombre a Consuelito por esta dama? 
 Fijáos en los detalles de tan bella pintura en este maravilloso video:

                           


La Fornarina y El Polichinela
El Polichinela. Dibucuplé. ©Mar Buelga 2010




















Consuelo Vello no era únicamente hermosa, también era inteligente y simpática. Causó gran sensación cuando, durante los carnavales de 1.902, se presentó en palanquín en el célebre baile de disfraces del Teatro Real. La bella desconocida captó la atención de algún periodista del “Liberal” que al día siguiente la llamó “La venus con brazos”. Uno de los cuplés más conocidos que estrenó La Fornarina fue El Polichinela.
Caricatura de La Fornarina. Mundo Gráfico.
"La Fornarina maneja a los hombres como muñecos, rezaba el pie del dibujo"

Chicho Ibáñez Serrador y su entrañable "Ruperta"


A lo largo de los episodios que a ella dedicaremos, tendremos la oportunidad de escuchar varias versiones. Ahora os ofrecemos la de Olga Ramos cuando lo cantó en el programa “Un, dos, tres” de su gran amigo y excelente realizador Chicho Ibáñez Serrador

                            


 Su pequeña participación en el musical “Pacha Bum Bum”, no pasó desapercibida y es que su salida a escena era espectacular: Arrodillada sobre una bandeja portada por cuatro musculosos esclavos negros, surgía La Fornarina: delicada, preciosa, cubierta su desnudez con un velo sutil. Pronto se supo del éxito de la jovencísima esclava y el salón se llenó de admiradores. Sin embargo, el empresario no aflojaba ni una peseta más de las 3 que le había asignado.

El Pacha-bum-bum

Nuestro amigo “El rey del cuplé” nos ofrece su encantadora creación del Galop “La Machicha”. Como siempre, al ser dibujos animados, la recomendamos a los niños de la casa

                            


 Los padres de Consuelo no veían con buenos ojos su decisión de ser artista y así, empezó una guerra que la fue distanciando de su familia. La supervivencia de El Salón Japonés peligraba y finalmente, merced a la intransigencia del propietario del edificio, cerró sus puertas y la compañía se disolvió. Fornarina entonces, se trasladó unos metros más allá, a la calle de Carretas, donde se ubicaba el teatro Romea.
Teatro Romea de Madrid

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