LIBERTAD LAMARQUE, LA NOVIA DE AMÉRICA (1)

Que a nadie sorprenda que vayamos incluyendo figuras que poco tienen que ver con La Revista y el Cuplé, aunque en este caso, alguno que otro cantó nuestra protagonista. Lo primordial en este blog es brindar su escenario a los que consideramos mejores voces e intérpretes. Hoy recibimos a la que fue llamada “Novia de América”, la exquisita Libertad Lamarque

 


Aquí, quizás en recuerdo de su madre, Liber nos canta “Galleguita”

LLEGADA DE SU MADRE A LA ARGENTINA

Viuda y con siete hijos, Josefa Bousa arribó a la argentina ciudad de Rosario desde su Galicia natal. Al poco tiempo, de ella se enamoró Gaudencio Lamarque al que no importó prohijar la numerosa prole de Josefa. De este nuevo matrimonio nació Libertad el 24 de noviembre de 1908. Desde el primer momento fue recibida con cariño siendo mimada por sus padres y hermanos.

Libertad con 5 años

Gaudencio era hojalatero de profesión y aunque su salario no era muy abundante, nunca pasaron necesidad. Tampoco faltaron la música ni la poesía y así, las innatas condiciones artísticas de la pequeña Libertad se fueron incrementando con el beneplácito de toda la familia. Vamos a escucharla en el precioso cuplé Frou frou.


Sus primeros pinitos tuvieron lugar en las reuniones familiares donde Liber cantaba y recitaba con mucha gracia; luego, llegaron sus primeros aplausos al interpretar la "Canción del Pinto" durante un festival benéfico organizado por su padre.

Su hermano Pedro se convierte en manager improvisado cuando la vena artística de Libertad la lleva a realizar cuantas comedias, dramas y sainetes se organizan por las salas de Rosario. Su fama se extiende y en 1922 hace su debut oficial en el teatro con la obra "Madre Tierra" donde da vida a una muchachita del campo.

A partir de entonces se especializa en papeles de “damita joven" en las obras organizadas por directores como Eduardo Ricard, Sócrates y otros.

En una de esas funciones la descubre el prestigioso director José Constanzo que se la lleva de gira por Rosario y más tarde a Buenos Aires. Libertad Lamarque desea triunfar como actriz pero en 1924 sucede algo que cambiará su vida. En la obra que interpreta ha de cantar la estrofa de una canción. La dulzura de su voz cautiva al público que interrumpe la función con aplausos entusiastas y ha de repetir varias veces aquel fragmento musical. Su padre sale a escena a rescatarla prometiéndole al público que la actriz "cantará más en la función del siguiente sábado". De esta manera fortuita se inicia una carrera musical que, con el tiempo, hará de Libertad Lamarque una de las cantantes más populares de Hispanoamérica.

Las canciones elegidas se las ha escuchado a la gran Azucena Maizani que con seis años más que ella ya goza de gran fama. Veamos a esta gran intérprete cantarnos una milonga

 En 1926 toda la familia se traslada a Buenos Aires. Los padres son conscientes que será en la capital donde su hija tendrá más oportunidades de triunfar.



Estación del Norte. Buenos Aires. Años 20


El periodista Caffaro Rossi le entrega una carta de recomendación para el Teatro Nacional donde, a pesar de ser una desconocida, el director Pascual Esteban Carvallo la incluye en su elenco de actores.
 

Una "Insólita" Libertad Lamarque rubia.



Teatro Nacional "Cervantes" de Buenos Aires


El debut de Libertad tiene lugar el 11 de marzo de ese año con un pequeño papel en la obra "La Muchacha de Montmartre" donde, a pesar de su pequeña participación, logra destacarse, pero será en un Fin de Fiesta cuando por primera vez canta en público un tango. Se trata de "Mocosita" y según la leyenda, desde ese momento el tango, que hasta entonces era considerado vedado para las mujeres hasta el punto que la propia Azucena Maizani lo cantaba vestida de hombre ya será compartido y será Libertad Lamarque la que le de un toque femenino.


          

 Tal es el impacto que la RCA Victor le propone un contrato para grabar discos. El feliz acontecimiento tuvo lugar el 8 de septiembre de ese mismo año cuando una nerviosísima Libertad grabó los temas "Gaucho Sol" y "Chilenito". A partir de entonces y hasta el final de su vida Libertad Lamarque continuará con la firma discográfica RCA VICTOR, algo insólito en el mundo de la música.

La difusión de sus discos, extiende la fama de Libertad por toda la república argentina y así, alterna sus actuaciones en el Nacional con presentaciones en la radio donde logra ser altamente cotizada. Libertad ha pasado de ser una tímida jovencita para convertirse en una exquisita mujer que pronto cae en las garras de un tipo poco recomendable con el inicia un romance desoyendo los consejos de su familia.

Emilio Romero, guapo, conquistador, mucho mayor que ella y que trabajaba como apuntador en el teatro Nacional sabe conquistarla y a finales del 27, cuando Libertad tiene 19 años, la convence para fugarse con él y se casan en un juzgado local.

                           
 

Tendrían que pasar algunos años antes de que nuestra protagonista comprendiera el grave error cometido. Pero de aquella unión se cumple su gran deseo de ser madre y el 18 de noviembre de 1928, con apenas 20 años, nace Mirta Romero Lamarque, una niña preciosa que la llena de felicidad.

Libertad con su hija Mirtha